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viernes, 7 de marzo de 2014

HACER LA VOLUNTAD DE DIOS ES PROCURAR SU GLORIA





“La perfección consiste: 1°, en un verdadero desprecio de sí mismo; 2°, en la entera mortificación de sus apetitos; 3°, en una perfecta conformidad con la voluntad de Dios. El que no reúne estas tres virtudes, está fuera del camino de la perfección.
Por esto decía un gran siervo de Dios, que era mejor proponernos por objeto de nuestras acciones el hacer la voluntad de Dios que el procurar la gloria de Dios; porque haciendo la voluntad divina ya procuramos su gloria; al paso que, proponiéndonos la gloria de Dios, nos engañamos muchas veces, haciendo nuestra propia voluntad con el pretexto de la gloria de Dios”.


San Alfonso María de Ligorio, Práctica del amor a Jesucristo