Luego de sus bochornosos fracasos, en
particular en Paraguay y Colombia, más el escándalo de la Catedral y la
entrevista a Clarín, ahora el P. Bouchacourt vuelve “vencido a la casita de mis viejos”, como dice el tango. Tal vez por
falta de hombres de total confianza en cuanto a su obediencia ab-so-lu-ta y en
toda circunstancia, Mons. Fellay ha optado por él como Superior de Distrito. No
sabemos si habrá más “clarines” y negaciones de deicidios, pero lo que parece
probable es que si no supo manejar la situación candente de Sudamérica,
difícilmente pueda, a no ser que quiera aplicar un puño de hierro, lograr
evitar la salida de fieles y sacerdotes hacia la Resistencia continuadora de
Mons. Lefebvre.
Mientras tanto, recibimos esta broma del
día, la cual no es parte de ningún chistoso “branding” norteamericano, sino
fruto del, como suele decirse, ingenio popular: