“La buena prensa es la
moderna predicación del Evangelio. Es la necesidad de nuestros tiempos. El
triunfo del catolicismo y su influencia en el mundo entero está en razón
directa, no de templos católicos ni de instituciones benéficas, ni siquiera del
número de sacerdotes, sino de la prensa católica. Por la buena prensa hay que
estar dispuestos a todos los sacrificios, hasta derramar la propia sangre".
Papa Pío XI