NON POSSUMUS
El Cor Unum n° 104 de
marzo de 2013, acaba de publicar una carta de excusas del padre Matthieu
Salenave en donde Él reconoce el carácter revolucionario” de su
empresa. En esta carta, de fecha 9 de marzo, el valiente padre Salenave se
acusa “de haber participado en el sitio antimodernisme.info”, de haber“continuado
colaborando con este sitio después del Capítulo” en lugar de abrirse a
sus superiores. Su “primera falta” habría sido de “faltar
a la franqueza” respecto de Monseñor Fellay. El se acusa también de no
haber“detenido” a sus cofrades “en su loca iniciativa”.
El estaba “ciego”, etc. etc. etc. En consecuencia, el acepta “de
buen grado las sanciones merecidas por tales actuaciones”.
Sabíamos ya que las
comunicaciones de Menzingen se inpiraban en una dialéctica perversa, pero
ignorábamos que pudieran resolverse a practicar métodos totalitarios, ¡como la
tortura psicológica!
Esta carta era privada.
Ella había sido escrita bajo forma de confesión a un Sacerdote, en un momento
de debilidad, después de haber sufrido presiones psicológicas. Después de haber
sido puesto en cuarentena, el Padre Salenave había sido requerido tres veces,
por el padre Thouvenot, para que escribiera una carta de excusas oficial. El
secretario general quería conocer los nombres de los sacerdotes y laicos
traductores de textos en lenguas extranjeras… Las cartas de excusas del padre
Salenave, tuvieron la desgracia de disgustar al padre Thouvenot. Por lo tanto,
fue decidido, y la Casa General no retrocedió ante este innoble proceder, de
divulgar, sin advertirle ni consultarle, la carta privada y confidencial que le
dirigió solamente al Superior.
El Padre Salenave tuvo un
momento crítico. Nadie puede reprocharle y menos lanzarle una piedra. Su
trayecto sacerdotal intachable no fue sin golpes. Sus nervios fueron puestos a
rudas pruebas numerosas veces. Conviene aquí esconder las miserias humanas que
tristes personas lo han hecho sufrir. Pero si los golpes han sido perdonados,
han dejado trazas y una fragilidad nerviosa como herencia. En estas
condiciones, ante la injusticia del Decreto penal que lo agobiaba (7 de marzo),
a pesar de la palabra dada por su superior el Padre Wailliez, en nombre de la
Casa General, que no sufriría sanciones (15 de febrero), ante la privación de
su ministerio doctrinalmente recto y espiritualmente fructuoso, ante las
dulzuras engañosas del padre Wailliez y los reproches llenos de humanidad del
padre Petrucci, ante la tristeza de un porvenir sombrío, ante la angustia de un
mundo donde se te marca repetidamente, donde tus amigos son tus enemigos, ante
el horror de ser reconocido culpable cuando uno se sabe inocente… En estas
condiciones, fue muy cruel presionarlo, fue muy precipitado exigirle excusas, e
inoportuno saborear una autoacusación “al estilo Mao”… En estas condiciones,
fue casi inevitable que en un momento de fragilidad, uno pueda derrumbarse y
sacrificarse.
Incluso los mejores han
conocido momentos de depresión pasajera. La historia de las prisiones está
llena de este género de cartas. Menzingen se atrevió a producir una y Monseñor
Fellay está muy feliz de haberla leído a sus sacerdotes. La vergüenza de tal
acción recae completamente en la Casa General, quien dijo a los Superiores de
los Benedictinos, de los Dominicos y de los Capuchinos: “Sabemos que
habrá destrozos, pero iremos hasta el límite”.Esta aparente victoria de
Menzingen, este espectáculo de un “sacerdote desolado” que se
abate, deshonra la causa de los vencedores y esconde una verdadera derrota.
Ellos se atrevieron a utilizar procedimientos destructores de la personalidad,
están realmente dispuestos a todo, ellos verdaderamente han ido hasta el
límite…
Ante tanta crueldad,
deshonestidad y duplicidad… el Padre Salenave rechaza el proceso inicuo que se
le preparó. El se ha ido de Italia y ha encontrado asilo en (XXX) donde
descansará para retomar sus fuerzas antes de retomar el buen combate de la fe.
Al dejar el priorato de
Albano, dejó esta carta fechada el 25 de abril de 2013 sobre su escritorio:
« He dejado el priorato
esta mediodía para unirme a mis cofrades en la resistencia al acuerdo. Estoy
indignado por la difusión de mi carta de excusas de carácter exclusivamente
confidencial. Por lo tanto no puedo esperar nada de un proceso que busca
únicamente manchar a los que se resisten al acuerdo y a blanquear a los que
quieren adherirse a “la Roma de tendencia Modernista”. Me arrepiento
sinceramente de esta carta de excusas que escribí a toda prisa y en un momento
de confusión y que exagera y falsea lo que yo pienso realmente de mis acciones.
No me arrepiento de Antimodernismo.info y si hubiera que hacerlo de nuevo, lo
haría.
En Jesús y María.
Padre Matthieu Salenave. »
En el mismo Cor Unum, los
cofrades pudieron leer la carta de Monseñor Fellay a Benedicto XVI del 17 de
junio de 2012. Allí nos damos cuenta que Monseñor Fellay escribió su
declaración doctrinal del 15 de abril con el objetivo de eliminar las
dificultades del preámbulo de septiembre de 2011. Monseñor Fellay asume
plenamente su declaración doctrinal escandalosa. Nos damos cuenta también de
cosas peores. La declaración doctrinal fue modificada el 13 de junio por los
romanos que repitieron explícitamente los puntos inaceptables que Monseñor
Fellay se había esforzado apartar”, pero no de corregir, para llegar a
un acuerdo. El Superior General explicó a Benedicto XVI lo siguiente:
« Desgraciadamente, en
el contexto actual de la Fraternidad, la nueva declaración no pasará. (…) yo me
he comprometido en esta perspectiva (acuerdo práctico sin acuerdo doctrinal) a
pesar de la oposición tan fuerte en los rangos de la Fraternidad y a un precio
de disturbios importante. Tengo la intención de continuar haciendo todos mis
esfuerzos para continuar en este camino a fin de llegar a las clarificaciones
necesarias. (…) dígnese vuestra Santidad creer en mi devoción filial y en mi
más caro deseo de servir a la Iglesia”.
Monseñor Fellay
El 30 de junio de 2012,
Benedicto XVI le respondió a Monseñor Fellay lo que ya se sabe (las tres
condiciones son suyas: el Magisterio, Vaticano II y el Novus Ordo Missae)
concluyendo:
« Al
momento que se abra el Capítulo general de vuestra Fraternidad, no puedo mas
que alentar a esta asamblea a aceptar estos puntos como necesarios para una
reconciliación en el seno de la comunión de la Iglesia una, santa, católica y
apostólica”.
¡Benedicto XVI se destaca
en la impostura y Monseñor Fellay en la prevaricación!
Que los fieles oren por
sus sacerdotes y en particular por los Superiores Mayores para que abandonen
sus ilusiones debidas a una manipulación fuera de lo común por parte de la casa
General.
Contrariamente a lo que
muchos esperaban con Padre de Cacqueray, en la Carta a los amigos y
benefactores n° 80 de marzo de 2013, “la razón por la cual nuestro
Superior General ha rechazado las condiciones formuladas por el papa para
nuestra reintegración canónica” no es el rechazo “de admitir
la pertenencia del Concilio Vaticano II a la Tradición de la Iglesia” sino
un puro cálculo estratégico y una intención maquiavélica: conservar el poder
para imponer en tiempos más favorables la adhesión a la Roma Conciliar.
Que los cofrades abran
los ojos: No tenemos que expresar a Monseñor Fellay “nuestro reconocimiento
por este valiente rechazo dirigido al papa” porque si Monseñor Fellay “le
hizo saber a Roma el “non possumus” de la Fraternidad” no es por convicción
íntima sino por miedo de una reacción de la parte sana de la Fraternidad que no
hubiera soportado y que no soportará esta duplicidad intelectual y moral.
El rey quizá es todavía el
rey, ¿por cuánto tiempo? Nadie lo sabe. Lo que es seguro es que el rey está
desnudo.
Comunicado de La Sapiniere.