“Hay una nube negra sobre
él”, había dicho hace poco la reciente aspirante al Premio Nobel de la Paz sobre Bergoglio.
"Cuenten conmigo", le dijo el Papa a
Carlotto y Cabandié
La titular de Abuelas de
Plaza de Mayo contó cómo fue el encuentro con Francisco y se manifestó
"embargada por la emoción"
Por Elisabetta
Piqué | LA NACION
Miércoles 24 de
abril de 2013
ROMA.- "Cuenten
comigo, estoy a disposición", le dijo el Papa, contó la titular de Abuelas
de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, emocionada y satisfecha, en una
conferencia de prensa posterior a su breve encuentro con
el papa Francisco al final de la audiencia de los miércoles, en el
que le entregó una carta.
En una conferencia de
prensa en la residencia del embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo
Cafiero, Carlotto dio detalles de esos dos minutos con el Papa. "Estoy
satisfecha y embargada por la emoción: las Abuelas estrechamos las manos de dos
papas anteriores, pero nunca de un Papa argentino", arrancó.
Enseguida recordó que si
bien nunca le había estrechado las manos a Jorge Bergoglio en Buenos Aires
"porque no se dio", "hoy recuperamos el tiempo". Así, dejó
a un lado las primeras críticas al ex arzobispo de Buenos Aires que emitió
cuando él fue electo jefe máximo de la Iglesia.
El Papa, que se acercó a
la zona en la que ella se encontraba en primera fila, la saludó diciéndole:
"Hola señora ¿se acuerda que nos vimos en un acto en homenaje a Chiara
Lubich (fundadora del Movimiento de los Focolarinos) en la Catedral?".
Acto seguido, Carlotto le
regaló al Papa el pañuelo, símbolo de las Abuelas y le entregó una carta en la que le pidió que ayudara a encontrar a
los 400 nietos que siguen faltando, a través de la apertura de los archivos de
la Iglesia en la Argentina y del mismo en el Vaticano.
"Y él dijo «Cuenten
conmigo, estoy a disposición» y eso fue suficiente porque lo que queremos es
que nos ayude a encontrar a nuestros nietos. Él dijo que recemos por él y
nosotros le pedimos que rezara por nuestros nietos", contó Carlotto.
Tanto Carlotto como sus
acompañantes en el viaje, la abuela Buscarita Roa y el legislador porteño, Juan
Cabandié, hijo de desaparecidos, recibieron un afectuoso saludo del Papa en la
Plaza San Pedro.
"A Buscarita le
bendijo el pañuelo y le dijo también «cuenten conmigo». Fue como una
transmisión de afecto, una transmisión de la Iglesia que queremos los
católicos. Es un hombre sencillo, con mirada clara, que nos besó. Cuando le
dijimos que Juan era un nieto recuperado, él sabía", detalló Carlotto.
Cabandié le contó al Papa
que estaba leyendo el libro realizado por la Celam (Conferencia Episcopal
Latinoamericana) sobre la reunión de Aparecida que el Pontífice le regaló a
Cristina Kirchner el 18 de marzo pasado, que para él resultó "una grata
sorpresa". "Juan también le manifestó su preocupación por la agresión
física que sufren hoy muchos jóvenes en la Argentina por razones políticas y él
[el Papa] asintió y dijo que era un problema", contó Carlotto.
La presidenta de Abuelas
destacó que en su breve encuentro "no hubo protocolo, sino simpatía y el
diálogo con un cura de barrio". "Nos costaba soltarle las
manos", confesó, emocionada. "Por la edad, puede ser nuestro hermano
y él sabe… Y si nos dijo que contáramos con él, nos vamos muy
satisfechas".
Ante preguntas sobre las
críticas que le hizo en su momento al Papa, Carlotto no dio marcha atrás.
"La historia no se borra, él nunca habló de nuestros nietos y había dolor
en nosotras, las abuelas, simplemente porque no habló. Y llegó la
oportunidad... La vida es eso, oportunidades y las abuelas tenemos
paciencia", dijo.
Carlotto, por otra parte,
denunció a la cúpula de la Iglesia argentina que "fue cómplice de la
dictadura" y a "otros que son responsables por omisión". "Pero
no pedimos que nos pidan perdón, sino que nos ayuden a encontrar nuestros
nietos, que son 400. Las abuelas no queremos morirnos sin encontrarlos",
sostuvo. "Nosotros no pedimos nada imposible: que se abran los registros
de la Iglesia en la Argentina, porque ahí debe haber información y que los
curas que saben algo y no nos importan sus nombres, que hablen. Si es
necesario, volveremos al Vaticano por si necesitan que colaboremos con nuestras
estrategias", indicó.
"Me voy de acá con
más fuerza, más impulso y mucha esperanza", concluyó, finalmente, la
presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, que subrayó que el Papa
"comprometió su mediación
PERO ¿QUIÉN ES ESTA
ABUELITA ABANDERADA DE LOS DERECHOS HUMANOS QUE AHORA PUEDE CONTAR CON FRANCISCO?
Siempre en malas compañías:
No contenta con que su nombre se multiplique en plazas y rincones de la Argentina, esta "humilde" luchadora vio complacida cómo su "heroica" vida fue llevada al cine con el dinero de los contribuyentes, para desprecio del espectador de cine, bajo el título "Verdades Verdaderas" (sic).
Una mujer impresentable.