NOTA SYLLABUS: Kennedy Jr. es liberal y demócrata, sus
lúcidas consideraciones no nos impiden ver que su buena voluntad no acierta en
sus soluciones a esta crisis. En cuanto a la resolución de todo esto, debemos
estar resueltos a no ceder ante el enemigo, pero a saber también que esto sólo
lo arregla una intervención divina, por eso no debemos dejar de rezar y multiplicar
los Rosarios, e invocar a San Miguel Arcángel y, sobre todo la devoción al
sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de María, pidiendo para que al fin
Rusia sea consagrada.
1.Confinamiento.
2.Desconfinamiento.
3.Uso de máscara
4.Vacunación.
5.Microchip
6.Moneda digital
7.Rastreo humano
8.Interfaz humana digital
9.Transhumanismo
Por MICHELE MARIE - 31 de diciembre de 2020
Aquí estamos al final
de un año espantoso del que nadie se arrepentirá. Pero en lugar de
alegrarse demasiado rápido ante la idea de comenzar uno nuevo y encararlo con
ingenuo etntusiasmo, sería oportuno echar un vistazo a este pequeño cuadro que
representa las nueve etapas de nuestra marcha forzada hacia el Nuevo orden
mundial. Y entender que acabamos de entrar al cuarto.
Porque para una
marcha forzada, lo es. No es para menos que la fiesta que había suscitado
Macron en 2017, al golpear la tierra con su bastón de peregrino, se llamara
“¡En Marche!”.
El destino de nuestro
viaje de convictos bien podría coincidir con el final del mandato
presidencial. Justo a tiempo para el cambio de guardia.
Un cambio de guardia
está en el orden de lo previsible a menos que el pueblo francés, que padece el
síndrome de Estocolmo, apruebe a su carcelero. Pero ni siquiera el
presidente jupiteriano lo espera, que lanzó durante una reciente entrevista con
el medio Brut, que no estaba haciendo planes para una futura candidatura:
“Quizás no pueda ser candidato. Quizás tendré que hacer cosas en el
último año, en los últimos meses, duras, porque las circunstancias lo exigirán,
y eso me imposibilitará ser candidato”,
dijo en un acceso de franqueza.
Que se dé por
sentado. No tanto para rendirse y entregarse a la desesperación, como para
armarse de valor y luchar contra el peligro mortal que se cierne sobre nuestras
cabezas. Las pequeñas treguas que se nos concederán de vez en cuando serán
solo eso: pequeños pliegues tácticos, pirulines que les damos a los niños para
engatusarlos. El oponente está decidido, también tendremos que estar
decididos a derrotarlo.
Que nuestras
resoluciones para 2021 sean, por tanto:
- Fe: en nuestra
capacidad para vencer los poderes de las tinieblas.
- Esperanza: en la
ayuda de la Providencia que recibiremos si la pedimos dando prenda al Cielo.
- Caridad: espíritu
de solidaridad, ayuda mutua y compasión hacia el prójimo más desfavorecido que
uno mismo.
- Lucidez y
discernimiento: para no dejarse engañar por los argumentos de venta del
gobierno.
- Coraje: para
afrontar y vencer tu miedo.
- Firmeza: respetando
las líneas rojas que nos hemos marcado. Como por ejemplo, el rechazo de
las vacunas elaboradas a partir de células de bebés abortados, es decir casi
todas, excepto Sputnik [¡¿?!].
- Paciencia y
perseverancia en las dificultades.
- Previsión: para no
dejarse sorprender por sorpresas desagradables. Acumule reservas de
provisiones. Mantenga monedas líquidas o de oro debajo del colchón.
- Precaución: no
bajar la guardia incluso si el peligro parece haber pasado. Puede que sea
una trampa.
- Dignidad en todas
las circunstancias.
- Humildad: por
nosotros mismos, somos muy vulnerables a las maquinaciones de los mercaderes de
la cultura de la muerte: mercantilización, robotización y
transhumanización. Con la ayuda de arriba, podemos deshacer sus siniestros
planes.
- Gratitud: por cada
victoria ganada sobre los enemigos de la humanidad.
Y con eso, ¡Feliz Año
Nuevo a todos!