“El reaccionario no
escribe para convencer. Meramente transmite a sus futuros cómplices el legajo
de un pleito sagrado”.
Nicolás Gómez
Dávila
Presentamos
una selección de aforismos de los libros de Flavio Mateos “Alma en vigilia. Aforismos reaccionarios”
y “Nuevos
aforismos reaccionarios”.
“Prolongar, proseguir, continuar, hacer de eco de voces
autorizadas, no es tarea sencilla. Me doy por sobrepasado y con buena voluntad
ofrezco un mester sustituto. El de aquellos acólitos que vi en mi niñez,
flanqueando al sacerdote que portaba un hostiario bajo un palio; y así –con
absoluta seguridad y mansedumbre- recorrer las callecitas del barrio para
llevar la Eucaristía a los enfermos. Aquellos hidalgos monacillos (valga el
diminutivo), hacían vibrar un címbalo para que el mundo supiera que estaba
pasando frente a él el Rey de la Gloria. Y era común y frecuente constatar que,
al paso de la Hermosura, los hombres comunes y corrientes se santiguaran o
inclinaran la frente. En esos tiempos eran muchos los Zaqueos asomados a otros tantos
sicomoros. Pues déjenme tronar el tantán para pedirles silencio y atención ante
estas valiosas páginas que siguen”.
(Del Prólogo de Antonio Caponnetto para “Alma en vigilia”)
***
-El buen maestro es
el que sabe usar el cortaplumas para abrir los cerebros intonsos de sus
educandos.
-El hombre moderno prefiere el mouse en la mano a los cien pájaros volando.
-El que lleva una vida fácil, ése no será mi amigo.
-Desde
que existen las jerarquías, la estructura es necesaria. Precisamente para
mantener esas necesarias jerarquías. Éstas se vehiculizan a través de las
instituciones que hacen transmisibles las intransferibles vivencias personales
que las articulan.
Por
eso todo gesto de independencia huele a azufre.
-En el Juicio final quizá conozcamos
entre risas lo que contienen los papelitos depositados por los políticos y
figurines en los resquicios del Muro de los Lamentos.
-Jesucristo crucificado es escándalo
para los judíos, locura para los paganos, y escándalo
y locura para los católicos liberales.
-Dios nos dio a cada uno un ángel
guardián, el diablo un teléfono celular.
-Debemos salvar
nuestras mentes, aunque eso nos haga perder la cabeza.
-La tentación de erigirse en
“justiciero” es quizás la más difícil de desarraigar en el católico
tradicionalista. Sólo nos salvamos de ella cuando recordamos que Cristo vino
como Salvador.
-Nada complace tanto al hombre como dar
su opinión, cuando no sabe que no es realmente suya.
-Dios nunca deja de lanzarnos sus luces
de bengala cuando la oscuridad y nuestra falta de fe ya comienzan a inquietarnos.
-El hombre moderno se siente acusado.
Por el bien que en sí mismo todavía no
terminó de asfixiar.
-El victimismo constante del
izquierdista es disfraz, más que de victimario, de deicida.
-Los modernos acostumbran preguntar:
¿cuántos somos?
Lo que nosotros debemos preguntar es:
¿qué somos?
-Los que en una congregación religiosa
comienzan a decir “nosotros somos los buenos y ellos los malos”, terminan
diciendo “fuera de nuestra congregación no hay salvación”.
-“Confía en ti”, nos dice el diablo al
oído, en verdad queriéndonos decir: “Confía en mí”.
-Los libros de autoayuda sólo enseñan a
los lectores a ser mendigos de sí mismos.
O sea, a mendigar al más pobre entre los
pobres.
-Hacer un libro de aforismos es tener
cien pájaros volando… en la mano.
-La sazón de la vida no es el placer,
sino el dolor.
-La gente que dejó de usar corbata tiene
ahora un nudo en la garganta.
-¡Cuidado! De ser un as a ser un asno,
hay sólo dos letras de distancia.
-Cuando se abrió el concilio Vaticano
II, los modernistas “salieron del closet”.
No nos extrañemos que hoy los perversos
sexuales también salgan.
-Desde el Vaticano II, a Dios sólo le es
permitido aparecer en la Iglesia haciendo cameos.
-Los únicos políticos
que nunca pierden elecciones son los obispos argentinos.
-La casta sacerdotal conciliar no es
casta: su fornicación con el mundo está a la orden del día.
-La astucia del comunismo fue mutar del
“leninismo” al “lennonismo”.
-Quien no es perseguido por sus
enemigos, sospeche. No de su doctrina, sino de sí.
-Antes Hispanoamérica era invadida por
sectas protestantes. Ahora es invadida por sectas católicas. ¡Qué avance!
-Buenos sentimientos no garantizan
integridad de espíritu. El mal progresa con pasos más firmes subido a hombros
de sentimentales.
-El prestigio de los sabihondos
encandila a los que creen en el prestigio de la cultura.
Quien busca la sabiduría solo se abruma
sin ansiedad ante el océano infinito de la Palabra divina.
-El diablo se ríe de los “grandes
pensadores”, porque sin una vida virtuosa nada que lo inquiete se construye.
-Hacer lo que la Iglesia enseña hoy,
dice el obispo modernista.
Hacer lo que la Iglesia enseña siempre,
responde el fiel católico.
-En materia de pecados, el mundo moderno
ya no permite autodidactas.
-Toda claudicación arriba por el miedo a
la mayoría.
La verdad busca solitarios o los hace.
-Estamos seguros de
estar muertos al mundo si el mundo nos considera muertos.
-El Vaticano II le metió azúcar al vino
de la verdad, hasta obtener al fin un potentísimo laxante.
-El único insomnio bueno es el que
impide que nos durmamos en la larga noche democrática.
-El hombre sano no tiene remedio.
-Los conventos y monasterios son
nuestros depósitos clandestinos de almas.
-Al Dios oculto llegamos por la fe. Al
hombre oculto, por la caridad.
-Wi-Fi es el Espíritu Santo del hombre
moderno.
-Todas las flores mueren en la flor de
la edad.
-Un árbol que no hospeda pájaros, es un
árbol genealógico.
-Los esclavos que más aman sus cadenas
son los periodistas de las cadenas de noticias.
-La religión de la Iglesia modernista es
una religión transgénica, buena tan sólo para los mercaderes del templo.
-Desde el Vaticano II, la Iglesia
conciliar no quiere fieles sino groupies.
-En la Argentina sobra fútbol y faltan
pelotas.
-El hombre que agoniza en estos tiempos,
ya no es un moribundo, sino un morimundo.
-El enemigo nos venció cuando nos ha
convencido de que la guerra ha terminado.
-La fuente de los aforismos no está en
el centro de una plaza pública, sino en los charcos que ha dejado el reciente
aguacero.
-Cuando muera el último poeta, vendrá el
Anticristo.