Número DXLIII (543)
09 de diciembre de 2017
¿Milagros en el NOM?
Mons. Williamson
Los
pastores humanos pueden abandonar las ovejas,
Pero
Dios no puede –a menos que ellas quieran dormir.
Cuando
el año pasado estos “Comentarios” afirmaron que en Sokulka, Polonia, hubo en
2008 un milagro Eucarístico obrado en una hostia consagrada en una Misa Nueva
(NOM), algunos Católicos del mundo de habla inglesa negaron que tal cosa fuera
posible. Cuando la misma afirmación fue repetida recientemente en París (https://youtu.be/IgQnQhxmhH4), fue el turno de algunos Tradicionalistas franceses
el cuestionar la aparente evidencia científica del milagro, proporcionada en
ese momento por dos laboratorios polacos de forma independiente, y los cuales
afirmaron por igual que la muestra que les fue entregada de la hostia en
cuestión provino del músculo del corazón de un ser humano en agudo sufrimiento.
Frente
a tal evidencia, dos líneas de argumentación opuestas son posibles. O bien se
puede argumentar desde el veneno modernista en el NOM a la imposibilidad
intrínseca de Dios para obrar tal “milagro” dentro del marco del NOM, o se
puede argumentar desde la seriedad de la evidencia a la necesidad de la posibilidad de
que la nueva Misa, nuevas Ordenaciones sacerdotales y nuevas Consagraciones
episcopales sean válidas (porque el sacerdote y obispo implicados fueron
ordenado y consagrado en 2005 y 1980 respectivamente). Algunos Tradicionalistas
valientes disputan con vehemencia las tres posibilidades dentro de la
Neo-iglesia modernista.
Lo
que es cierto, por lo menos dentro de la Iglesia Católica, es que tales
cuestiones deben ser decididas por la doctrina y no por emoción. La razón debe
prevalecer – por ejemplo, desafiar los instrumentos del avión puede ser fatal
para los aviadores. Lo que la doctrina de la Iglesia dice respecto a la validez
de un sacramento es que requiere cuatro cosas: un Ministro válido, Forma, Materia
e Intención sacramental. El NOM puede excluir uno o todos de estos requisitos,
pero no excluye automáticamente ninguno de ellos. Cuando los cuatro están
presentes, la Nueva Misa es válida. Por eso Mons. Lefebvre, quien conocía su
teología, nunca afirmó que el NOM fuera automáticamente inválido. Es por eso
que el NOM celebrado en Sokulka no fue necesariamente inválido. Es por eso que
parece más razonable discutir desde la evidencia al milagro que de la
imposibilidad del “milagro” a la falsedad de la evidencia. De lo contrario, se
necesita una razón precisa para cuestionar el testimonio preciso de los
patólogos.
La
gran objeción permanece: ¿Cómo puede Dios Todopoderoso hacer milagros en el
marco del NOM, claramente diseñado por sus creadores para envenenar
gradualmente la fe de los católicos y así destruir la Iglesia Católica? La
respuesta debe ser que Dios no está autentificando in principio el NOM, sino
que Él está manteniendo su posible validez para no abandonar a la masa de
ovejas católicas que todavía asisten a ella en relativa ignorancia e inocencia
del veneno, y por lo tanto, Él fundamentalmente está advirtiendo, tanto
a las ovejas como a los pastores, el recordar que Él está Presente bajo
las apariencias de pan y vino.
Cuando
se recuerda la doctrina Católica por la cual el NOM puede ser válido; cuando
uno trae a la memoria lo que dice San Pablo que cualquiera que participe
indignamente en la Santa Eucaristía es “reo del Cuerpo y la Sangre del Señor”
(I Cor. XI, 27–39); y cuando se observa cuán extendida está en la Neo-iglesia
la falta de respeto por la Presencia Real, entonces vemos inmediatamente cuán
necesario para la salvación de muchas almas pueden ser tales advertencias como
el milagro en Sokulka. El párroco allí testifica cuánto se ha elevado por esto
la fe Católica y la práctica en toda la región alrededor de Sokulka.
Pero el objetor insiste: ¿cómo
es posible que Dios permita que un rito[*]
envenenado de la misa sea válido?
Respuesta,
Él no retira el libre albedrío del hombre, sino que Él nos permite en gran
medida hacer lo que queremos. En este caso, los neo-modernistas quisieron (y
siguen queriendo) un rito de la Misa suficientemente envenenado para matar a la
verdadera Iglesia a largo plazo, pero todavía suficientemente católico para engañar
a corto plazo a los Católicos ignorantes e inocentes que todavía confían en sus
pastores que les dicen, por ejemplo, que el NOM es el “rito Ordinario” de la
Iglesia. El NOM nunca habría ganado aceptación en la Iglesia Universal en 1969
si hubiera sido obvio desde el principio que es automáticamente inválido.
Kyrie
eleison.
(Nota de NON POSSUMUS)
(*): Definición de "rito"
según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua: "conjunto
de reglas establecidas para el culto y ceremonias religiosas". Entonces,
el "rito de la misa" es, en sentido estricto, el
conjunto de reglas o formalidades conforme a las cuales se celebra la misa.
En sentido amplio, en cambio, "consideramos equivalentes las
expresiones “nuevo rito”, “nueva Misa”, “Misa de Pablo VI”,
“Novus Ordo Missae”, etc., en referencia a la reforma litúrgica de
1969. (...) La crítica al “nuevo rito” no puede ser una
crítica a la misa en sí misma, pues ésta es el verdadero sacrificio de Nuestro
Señor legado a su Iglesia, sino un examen sobre si se trata de un rito
o ceremonial conveniente para encarnar y realizar este augusto
sacrificio. Nótese que la validez de una misa y la conveniencia de su rito son
dos cuestiones diferentes, como resulta evidente en el caso de una misa
negra." (Cita del "Breviario sobre la FSSPX", Holy
Cross Seminary, Australia, 1998; traducido al español y publicado en el antiguo
sitio web de la FSSPX de España)