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jueves, 1 de septiembre de 2016

COMENTARIOS ELEISON – CONTRA EL N.O.M.




Número CDLXXVI (476)
27 de agosto de 2016


Contra el N.O.M.


Mons. Williamson



Una vez tirada la Misa sacrificatoria,
¿cómo pueden los Católicos no extraviarse?

El principio es claro en teoría: para seguir a Nuestro Señor precisamos, en las palabras inmortales de San Agustín, “matar a los errores, amar al que yerra”. Eso significa que nunca debemos matar a los errores de manera a matar también a los que yerran (es decir, a aquellos que están en el error, a menos que sean peligrosos e incorregibles), y que nunca debemos amar a los que yerran de manera a amar también sus errores. En la práctica puede ser muy fácil el deslizarse desde matando al error hacia matando al que yerra, o deslizarse desde amando al que yerra hacia amando el error de ellos. En palabras diferentes: “La Iglesia es intransigente en principios porque Ella cree, Ella es tolerante en la práctica porque Ella ama. Los enemigos de la Iglesia son tolerantes en principios porque no creen e intransigentes en la práctica porque no aman”. Eso está bien dicho.

En caso que cualquiera piense todavía que el autor de estos “Comentarios” se desliza desde la compasión por el rebaño descarriado dentro del Novus Ordo hacia el amor por los errores de la Nueva Misa de Pablo VI, he aquí extractos de una carta de un lector ya mayor cuya propia amarga experiencia le llevó a él a la conclusión que a los Católicos Novus Ordo no se les debe conceder demasiado el beneficio de la duda. Obviamente, él se ha topado con algo de lo peor de la Neo-Iglesia. Por sus frutos…

Yo era un niño típico de escuela primaria en una parroquia de 2500 familias en un barrio que era casi 60% Católico. Todos nosotros fuimos formados en la antigua religión, y cuando la Revolución Conciliar comenzó a destruir la Iglesia en los 1970, todos tuvimos que detectar que algo estaba mal. Ahora bien, todo Católico tiene el deber de ser fiel a la Tradición y de encontrar donde ella yace, por ejemplo en los materiales de lectura disponibles para todos. Por 50 años yo mismo he alegado, rogado y rezado para que mis amigos y familia Católicos leyeran las cosas que yo he leído, pero simplemente no quieren hacerlo. La gran mayoría disfruta la religión Conciliar: divorcio y fáciles anulaciones, predicadores acomodaticios, feminismo, democracia, adulterio, homosexualidad y amor meloso los aferran al Novus Ordo, de ningún modo un amor a la verdad.

Diría que conozco la mentalidad Novus Ordo porque por más de dos años me puse en contacto cercano con jueces y sacerdotes y laicos Novus Ordo. Le puedo asegurar a usted que no es el amor a la verdad el que les motiva a ellos. Se puede confiar en estas autoridades de la Neo-iglesia que harán exactamente lo que casi todos, sino todos, los Católicos Novus Ordo quieren que hagan, lo cual es ignorar sus vidas pecadoras. Pareciera como que los únicos ‘pecadores’ que ellas se atreven a amonestar, instruir o aconsejar, son los fumadores, contaminadores, Católicos Tradicionalistas insensibles y sobrepobladores. Recuerde; más del 90% de los Católicos casados usan control de la natalidad, y enseñan a sus hijos a hacer lo mismo. El Novus Ordo ha devenido una organización global de aplacamiento de conciencias, y fuente de novedades a gran escala. Los Católicos Novus Ordo realmente sí creen que todo el mundo va al Cielo. ‘Obrar su salvación con temor y temblor’ (Fil.II.12) no es un pensamiento que abriguen.

El control de la natalidad fue en tiempos modernos un punto de inflexión de la voluntad de Dios a la voluntad del hombre. No usar control de la natalidad para aquellos que viven en una gran ciudad puede parecer casi imposible, pero, ¿quién se equivocó? ¿Dios, o la ciudad moderna? Dios dio a Su Iglesia en 1968 una gran oportunidad para permanecer en curso cuando Él inspiró al reacio Pablo VI a permanecer fiel a la doctrina inmutable de la Iglesia, pero una masa de hombres de Iglesia fueron prontamente infieles al Papa. Y el resultado fue esa “organización de aplacamiento de conciencias” denunciada arriba. Y, ¿quién puede negar que el reemplazo del verdadero sacrificio de la Misa contribuyó desde 1969 enormemente al que los Católicos renunciaran a sus vidas sacrificatorias que conducen al Cielo para disfrutar de la vida fácil e ir al Infierno? ¡Qué responsabilidad la de los sacerdotes!

Kyrie eleison.