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sábado, 28 de mayo de 2016

ANOTHER BRICK IN THE WALL





Decíamos recientemente en nuestro blog que lo de Francisco ya está superando cualquier fantasía buñueliana. En realidad su “pontificado” está teniendo ribetes grotescos que lo tornan una tragedia en ciernes, pero carente de toda solemnidad. Ahora se está pareciendo cada vez más, en virtud de los personajes que desfilan por el Vaticano, a una degradante película de Pasolini (que, recordemos, era “católico”, marxista y homosexual), pero quizás filmada por Enrique Carreras, considerado el peor director de la historia del cine argentino (y eso que hay mucha competencia) o de Ed Wood en versión porteña. Bergoglio va superando de día en día tales representaciones bochornosas en su ambiciosa carrera política. Ayer recibió a Hebe Bloody Mama de Bonafini. Y la insultadora profesional Bonafini no tuvo mejor idea que regalarle a Francisco un ladrillo (sic), según la crónica periodística, además del consabido pañuelo blanco.

Una forma indirecta de arrojar un cascotazo a la Iglesia que tanto odia. O tal vez un involuntario símbolo del muro de Berlín caído e inaugurando el Nuevo Orden Mundial. O un recuerdo irónico, ya que Bonafini fue cómplice del estafador Sergio Shoklender (que, recordemos, ya les robaba a sus padres, a quienes asesinó en 1981) en una empresa de construcción de viviendas con fondos del estado. En todo caso, parece una advertencia mafiosa para Bergoglio, pues la izquierda pretende usarlo, como ocurrió con Perón en los años ’70. Bergoglio, a su vez pretende lo mismo que aquel, usar a la izquierda, en sus irreprimibles ansias de poder. ¿Recordarán que aquello terminó en una tragedia con miles de atentados, asesinados y guerra interna en la Argentina?


Bergoglio a ojos de la Bonafini:"Con Francisco nos
 equivocamos como nos pasó con Kirchner".
¿Terminará Bergoglio como Kirchner?



“Los tiempos han cambiado”, dicen todos. Recalcitrantes anticatólicos ahora van a Roma. Irreductibles tradicionalistas ahora van a Roma. Es la “cultura del encuentro” que el “cariñoso” Francisco desparrama por todo el mundo. Eso sí: después de ser recibida durante dos horas, la Bonafini se dedicó a perorar en su estilo nada “misericordioso”, apañada ahora en su sed vengativa (que dice abominar de la violencia) por Francisco, sin demostrar la menor señal de tener la fe católica, sólo interesada en su proyecto político revolucionario.

Escribió el Rey David: “Enseñaré tus caminos a los malos,/ Y a Ti se convertirán los impíos” (Salmo 50,15). ¿Hará lo propio Francisco? Hasta ahora lo que hemos visto es que cuanto delincuente, renegado, degenerado o malviviente se acercó a recibir sus abrazos, salió fortalecido en sus afanes pecaminosos, vengativos o espurios, ya se trate de los Obama, los Maradona, los Tinelli, las Kirchner o las Bonafini de turno.

Francisco es un anticristo de rancia película clase "z".