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El sábado 31 de octubre por la tarde, el P. Wegner (Superior de Distrito de Estados Unidos [alemán y converso del protestantismo]), dio una conferencia en la capilla Reina de los Ángeles en Dickinson, Texas. En la conferencia, el Padre habló de la manera más positiva acerca del reconocimiento de la FSSPX por Roma. No dejó dudas que esto sucederá tan pronto como Francisco “nos acepte”.
Luego, la otra parte de su conferencia estuvo dirigida en contra de Mons. Williamson de la manera más virulenta. Él dijo: “Nadie ha hecho más daño a la FSSPX que Mons. Williamson”. Lo acusó de ser un “traidor”, de “conocer el daño” que la entrevista en la que “negó el holocausto” causaría a la Fraternidad, y haber hecho a propósito. Es extraño que un alemán no aprecie tener a alguien que diga la verdad para quitar la nube negra que todavía cuelga sobre su país y su pueblo. Pero no, él ataca la verdad y mancilla el nombre del mensajero.
Esto es lo que respondió Mons. Williamson al P. Wegner (publicado con permiso):
Reverendo Padre,
Se me ha informado que en la capilla Reina de los Ángeles, Texas, parroquia de la FSSPX, usted dijo recientemente que cuando en Noviembre de 2008 yo hablé con el periodista de la TV sueca acerca del “holocausto”, yo estaba perfectamente al tanto del daño que mis observaciones ocasionarían a la FSSPX, y realicé mis observaciones a pesar de esto, pues yo positivamente quería dañar a la FSSPX. Yo asumiré que este reporte de sus palabras es substancialmente exacto, porque esta es una versión ampliamente compartida acerca de mis intenciones en ese momento.
Esta es la verdad, con la cual haga usted lo que le parezca, pero ya se le habrá informado acerca de ella:
Cuando cuestioné los seis millones y las cámaras de gas, para bien o para mal el pensamiento de la FSSPX no estaba en mi mente en lo absoluto. Yo solamente tenía una cosa, una sola cosa en mente: decir lo que yo consideré ser la verdad sobre una cuestión muy importante de la historia moderna y la religión, porque el “holocausto” se ha convertido en el sustituto de la religión más extendido e influyente de los tiempos modernos.
No espero ninguna disculpa. Estaré agradecido si usted deja de decir contra-verdades acerca de mi intención al pronunciar esas famosas palabras. Tiene usted la palabra.
Con mis mejores deseos en Cristo,
+Richard Williamson.