proselitismo
1. m. Celo de ganar prosélitos.
prosélito, ta
Del lat. tardío prosely̆tus, y este del gr. προσήλυτος prosḗlytos.
1. m. y f. Persona incorporada a una religión.
2. m. y f. Partidario que se gana para una facción, parcialidad o doctrina.
NOTA: Algunas de estas citas son
torpes y no por causa de la traducción (traducimos literalmente). Y es que, los
pensamientos de Francisco, no sólo por como están en su cabeza sino por como
salen de su boca, están dispersos por todas partes e incompletos. Sin embargo,
ustedes entienden lo que quiere decir.
Asimismo, y esto debería ser
evidente pero lo diremos de todos modos: detestamos redactar estas cosas. En el
mejor de los casos, se trata de una estúpida tontería jesuítica de los años 70
del siglo pasado; en el peor, es diabólico. Pero, en cualquiera de los dos
casos se debe mantener y preservar un registro para el futuro de manera que,
recemos por ello, los hijos de nuestros hijos no cometan nunca los errores que
estamos cometiendo nosotros ahora, recogiendo su propia versión de una “primavera”
que muy pronto se convirtió en un verdadero infierno.
El papa: “No al proselitismo en los
colegios católicos”. Posteriormente denuncia: “Los docentes están mal pagados”
21 de noviembre de 2.015
La Repubblica
CIUDAD DEL VATICANO (AGF). “Ay de hacer proselitismo en las escuelas.”
Lo dijo el Papa Francisco en el Aula Pablo VI, donde recibió en audiencia a los
siete mil participantes en el Congreso Mundial sobre Educación Católica,
organizado por la Congregación a cargo de ésta.
“Educar cristianamente,- dijo el
papa-, no es, solamente, hacer catequesis y proselitismo. Nunca hagan
proselitismo en las escuelas. Educar cristianamente es sacar adelante a los
jóvenes con unos valores humanos en toda su realidad y, uno de estos, es la
trascendencia. Hoy día, existe la tendencia hacia un neo-positivismo, es decir,
educar en las cosas inmanentes; y esto se da tanto en países de tradición
cristiana como en aquellos de tradición pagana. Estamos cerrados a la
trascendencia pero cerrarse no sirve para la educación”.
Y, refiriéndose de nuevo a la
emergencia del terrorismo: “La tentación más grande durante las guerras, en
tiempos como estos, son los muros; y el fracaso más grande de un educador es
educar entre muros. Se necesita ir a la periferia, que no es sólo hacer
beneficencia. En la periferia, se comprende la realidad mejor que en el centro.
En el centro siempre se está a cubierto, se está defendido”.
Finalmente, arremetió contra el
trato económico a los docentes: “Entre los trabajadores peor pagados están los
educadores. ¿Esto qué quiere decir? Simplemente: que al Estado no tiene
interés. Si lo tuviera, las cosas no estarían así.”
[Traducido por M. M. Artículo
original.]