SOBRE LA DECLARACIÓN DE MONS. FELLAY
ACERCA DEL SÍNODO
FORO CHRISTUS VINCIT (extracto)
El lenguaje de Menzingen denota un
increíble deslizamiento moral e intelectual. La FSSPX jamás hubiera sostenido
declaraciones tan insubstanciales hace 25 años. Releamos y escuchemos a Mons.
Lefebvre para convencernos del abismo espiritual que existe entre el fundador
de la FSSPX y el actual superior de la Neo-FSSPX.
Mientras que este sínodo sobre la familia abre el camino a la comunión para los divorciados vueltos a “casar”, dando así la bendición a los pecadores públicos, a las relaciones adúlteras, mientras que afirma la dignidad de los homosexuales que no deben ser discriminados y alienta la intervención de las mujeres “en procesos de decisión” de la iglesia conciliar, abriendo implícitamente el camino al diaconado e incluso al sacerdocio para las mujeres, el superior general de la FSSPX escribe: “En ella (la relación final del sínodo) se puede ver que se recuerdan ciertos puntos doctrinales sobre el matrimonio y la familia católica, pero también se notan lamentables ambigüedades y omisiones…”. ¡Simplemente lamentables! Es verdad que estando la FSSPX en la fase final de la integración total, las palabras deben ser pesadas milimétricamente para evitar escandalizar a sus propias tropas con un discurso demasiado complaciente hacia el Vaticano y también para evitar indisponer a Francisco.
Mons. Fellay escribe igualmente: “Siguiendo el consejo de Cristo: orate et vigilate, rezamos por el Papa: oremus pro pontifice nostro Francisco,y permanecemos vigilantes: non tradat eum in manus inimicorum ejus, para que Dios no lo entregue en manos de sus enemigos. Suplicamos a María, Madre de Iglesia, que le conceda las gracias que le permitan ser el fiel intendente de los tesoros de su divino Hijo”.
¡Que Dios no lo entregue en manos de sus enemigos! ¡Increíble! ¡Mientras que es de notoriedad pública que Francisco quiere que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar, quiere que los homosexuales notorios sean acogidos y tengan responsabilidad en el seno de la institución conciliar que él preside! ¡Todos saben que esa es la voluntad de Francisco pues ya no la esconde de ninguna manera, que se toma la molestia de unir el gesto con la palabra al hacerse fotografiar alegremente con los sodomitas y transexuales declarados, reivindicados, orgullosos de serlo!
Si la gente hubiera conservado un mínimum de principios, de sentido moral y de honestidad intelectual, ellos vomitarían este discurso fellecista mentiroso, hipócrita, falso, engañoso, y también relativista y ambiguo, del cual el diablo es el padre.
Petrus.