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miércoles, 30 de septiembre de 2015

DON CURZIO NITOGLIA - LA OBSESIÓN DE BERGOGLIO: “ENCUENTRO Y UNIDAD” Y LA MANO TENDIDA A LOS TRADICIONALISTAS







FUENTE (extracto)

Un libro interesante sobre Bergoglio.

Un libro entrevista escrito por Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti titulado Papa Francisco: conversaciones con Jorge Bergoglio, da a conocer la personalidad de Francisco I y ayuda a comprender lo que sucede con el mundo “tradicionalista”, de manera ya casi descubierta a partir del 1° de septiembre de 2015.

El prefacio del Rabino Skorka

El Prefacio del libro fue escrito por el Gran Rabino de Buenos Aires Abraham Skorka. En éste se lee: “La obsesión de Bergoglio puede ser resumida en dos palabras: encuentro y unidad” (pág. 7). De hecho, en la entrevista concedida a los dos periodistas, Bergoglio se autodefine como el teórico “de la cultura del encuentro” (pág. 107). Según él se le debe dar "prioridad al encuentro entre las personas, para caminar juntos. Al hacerlo, entonces será más fácil  abandonar las diferencias "(p. 76). También de acuerdo a Bergoglio es bueno "no perderse en reflexiones teológicas vacías" (Pág. 39).

“Encontrarse con todos y caminar juntos”

El diálogo y el encuentro personal se aplican a todos, hebreos, musulmanes y hasta para los “tradicionalistas” si están listos para “encontrarse y caminar juntos”, el resto vendrá solo, las diversidades poco a poco se suavizarán. Bergoglio suele repetir: “Es el tiempo que hace madurar. Es necesario dejar que el tiempo modele y amalgame nuestra vida” (pág. 65).

No pienso, por lo tanto, que el papa Francisco I le cerrará la puerta en la cara a esa parte del mundo que ahora es “post-tradicionalista”, que está en una búsqueda indigna de una regularización canónica, y listos, desde el 2001, a reconocer la “bondad” del Vaticano II en un 95%, y a hacer el “Jubileo”, es decir, alegrarse por su 50° aniversario desde el 1 de septiembre de 2015.

“Es el tiempo que hace madurar”

Muy probablemente, con el acuerdo implícito de silencio público respecto al Vaticano II, del 1° de septiembre de 2015 (que corresponde a la negación implícita de la Fe y a la aceptación práctica de los errores modernistas contenidos en los 16 documentos del Vaticano II), en un máximo de dos años se llegará al acuerdo explícito.

De hecho -según la táctica de la “teología del encuentro” bergogliana, que concede el primado a la praxis sobre la doctrina- finalmente ese pequeño 5% de discordancia sobre el Vaticano II desaparecerá con un "trasbordo ideológico inadvertido" no sólo verbal e implícito (1° de septiembre 2015), sino real, explícito y doloroso. El tiempo “arregla” todo… “Haciendo así [junto a Bergoglio, el teórico de la cultura del encuentro] será más fácil abandonar las diferencias sin perderse en reflexiones teológicas vacías” (J. Bergoglio). El desprecio por la disputa teológica que ha invadido también la mente de los post-tradicionalistas, ha ocupado la cumbre del Vaticano desde el 10 de octubre de 1958.

“Diálogo, diálogo, diálogo”

El lema del Papa Bergoglio es: "cualquier forma de falta de encuentro es para mí una fuente de profundo dolor" (p 110.), Así que cuando "me piden orientación, mi respuesta es siempre la misma: el diálogo, el diálogo, el diálogo... "(. p 111).

Des-ideologizar y convertir a través de la acción común, evitando las discusiones doctrinales: Bergoglio como Bloch


El programa propuesto por Francisco I es el des-ideologizar, encontrarse, construir puentes, romper barreras, evitar disputas doctrinales estériles, llevando adelante el "diálogo, el diálogo, el diálogo...", actuar juntos y luego pensar inadvertidamente de la misma manera (“cogitare sequitur esse”). Así el modernismo, que ha ocupado el ápice del entorno católico y eclesial, les pide a los católicos fieles a la Tradición actuar unidos para vencer el materialismo, el ateísmo. Algunos católicos fieles, de buena fe, se dejan convencer y, actuando junto a los modernistas, acaban siendo comidos por ellos, como "el pez más pequeño es devorado por el más grande."

Táctica análoga del comunismo y el modernismo: encontrarse no sobre el plano de la doctrina, sino sobre el de la acción y los hechos contingentes

¡Atención! Las trampas de la "secta secreta modernista " (San Pío X, motu proprio Sacrorum Antistitum 1 de septiembre 1910) son muy similares a la mano extendida de la "secta cato/comunista". Los comunistas como los modernistas, en efecto, no desdeñan la colaboración de los católicos. Más bien, la solicitan, (v. Antonio Gramsci, Ernest Bloch y Palmiro Togliatti), también la provocan, poniendo en evidencia la miseria e injusticia que puedan suscitar la indignación y la reacción de los espíritus rectos. Y, desgraciadamente, a menudo consiguen la colaboración deseada. Acostumbrados a actuar de buena fe, los católicos tienden muchas veces a juzgar imposible que, detrás de las consideraciones humanitarias, alguien pueda esconder un objetivo perverso. Terminan así participando, no en el movimiento comunista, sino en la lucha a favor de los infelices, de los oprimidos y de los sufrientes. Y trabajando unidos, católicos y comunistas, los primeros deseando sinceramente curar la sociedad de las llagas que la infectan; pero los segundos aprovechando la agitación humanitaria que les ofrecerá el entorno ideal para la extensión de su poder. Sin embargo, trabajando juntos terminan pensando del mismo modo, es decir, los católicos se dejan encantar por la sirena marxista perdiendo su identidad. La modalidad para introducir el comunismo en una salsa que seduce incluso a los católicos es la siguiente: reunirlos no en el plano de la doctrina, sino en el frente de la acción y de los hechos contingentes (la paz, el hambre en el tercer mundo, las injusticias sociales…). Solo así se podrá convertir a los cristianos al comunismo, primero práctico y luego también teórico. Los “creyentes” progresistas deben ser puestos junto al comunismo y luego convertidos mediante la acción común (véase. E. Bloch, Ateismo en el cristianismo, tr. es., Milán, Feltrinelli, 1976).

Bloch ha echado un puente entre el Cristianismo y el comunismo y ha derribado los bastiones que defendieron el primero de las insidias del segundo, pero el puente ha sido recorrido en un único sentido, o sea sólo del Cristianismo hacia el marxismo práctico. Palmiro Togliatti en Bergamo, el 20 de marzo 1963 dio un discurso en el que, refiriéndose a Antonio Gramsci, propuso la desideologización, instando a los católicos y comunistas a no chocar en asuntos de doctrina, sino a actuar juntos por la paz en el mundo, evitando por completo las "discusiones doctrinales estériles" (L. Grupos, Antología del compromiso histórico, Roma, Editori Riuniti, 1977 P. Togliatti, el destino del hombre, pp. 244 y ss.).

Como se ve, la táctica utilizada por Bergoglio contra los tradicionalistas es similar a la de los comunistas contra los cristianos.

¿Continuará la política de distensión y de mano extendida?

Ahora tenemos que esperar y ver el próximo movimiento de Francisco I respecto al mundo de la Tradición, pero su personalidad parece indicar que la política de distensión y de  mano extendida continuará.

Francisco I no está por la Teología de la Liberación, a pesar de que -para él- no es totalmente reprobable y tiene sus "lados positivos" (p 78.). Siempre hay un "pero" o un "aunque" en su pensamiento. Nada es claro, preciso, definido y nítido, sino que todo es fluido, confuso, contradictorio y en constante evolución.

Conclusión

La situación actual de la Iglesia es un verdadero tormento y no debe llevarnos a despreciar la figura del Papa como tal o el Papado, y hay que defenderlos cuando son atacados por aquellos que los odian en cuanto tales, no obstante la edulcoración y dilución que hayan llevado a cabo para hacerse simpáticos al hombre contemporáneo (“cuando la sal pierde su sabor, es tirada y pisada”). En estos tiempos es lícito mostrar con respeto las divergencias entre la Tradición constante de la Iglesia y la enseñanza pastoral objetivamente innovadora, sin pretender con esto poder salvar la Iglesia. Dios nos ayude a mantener la fe verdadera y pura, sin desviarnos por exceso o por defecto.

d. Curzio Nitoglia
23/09 /2015