“Con los liberales debemos abstenernos de relaciones
como de verdaderos peligros para nuestra salvación. Aquí tiene lugar de lleno
la sentencia del Salvador: «el que ama el peligro perecerá en él». Rómpase el
lazo peligroso aunque mucho cueste.
“Sobre esto le habíamos oído decir a persona de gran
jerarquía hoy en la Iglesia de Dios: «¡Nada con liberales; no frecuentéis sus
casas; no cultivéis sus amistades!». A bien que antes lo había dicho ya de sus
congéneres el Apóstol: «no os relacionéis con ellos» (I Cor. 5, 9), «con ellos
ni sentarse a la mesa» (ibid. 5, 11).
“En país apestado lo primero que se procura es
aislar. ¡Quién nos diese hoy poder establecer cordón sanitario absoluto entre
católicos y sectarios del liberalismo!”.
R. P. Félix Sardá y Salvany