NON POSSUMUS
Un
poco de historia para empezar, Padre: ¿cómo conoció la Tradición y a Monseñor
Lefebvre?
En 1968, estando
en Argentina, visité al Arzobispo de Paraná, quien me dijo: “¿quieres defender
la Tradición? En el concilio la defendí junto a un Obispo valiente, amigo mío,
Mons. Marcel Lefebvre”. Fue la primera vez que escuché hablar de Mons.
Lefebvre. Fui en busca de Mons. Lefebvre a Suiza en 1972, para la Semana Santa
y ahí lo conocí.
¿Dónde
nació? ¿Por qué estaba usted viviendo en Sudamérica?
Nací en Argelia y
mi familia, después de la independencia, adquirió un campo en Argentina, cerca
de Paraná. Mi familia fue expulsada de Argelia porque el gobierno francés
entregó el poder a los combatientes musulmanes que realizaron masacres
espantosas en el curso del proceso de independencia. Mis abuelos, padres y tíos
eran agricultores allá desde 1830.
Me ordenó Mons.
Lefebvre en 1977, en Econe, y a los 15 días lo acompañé en una gira por el Sur
de EE.UU., México (donde el Gobierno nos impidió la entrada), Colombia, Chile y
Argentina. Monseñor me encargó empezar el apostolado en esa región. El primer
año me ayudaron dos sacerdotes argentinos y, el año siguiente, otro español (de
la FSSPX). Se creó, en seguida, el Distrito de América del Sur, a mi cargo, y
empecé a predicar retiros hasta México. Hubo, el primer año, como 12 vocaciones
que se instalaron en el Priorato de Buenos Aires, que estaba en una casa
bastante grande. En seguida, por 1980, se construyó el seminario de La Reja
(Buenos Aires), del cual Mons. Lefebvre me nombró director. Ahí me quedé
hasta 1985, cuando me nombraron superior del Distrito de México. Entonces se
construyeron las iglesias de la capital y de Guadalajara. Atendía con los
Padres Calderón, Anglés y Tam, los distintos lugares de ese país. Luego estuve
unos pocos años en Francia. Posteriormente fui nombrado en el seminario de
Argentina como profesor de historia y ahí estuve hasta la expulsión de Mons.
Williamson de la Argentina (2009).
¿Confiaba
Mons. Lefebvre en usted?
Monseñor me dio
libre acceso a su correspondencia y me encargó ciertos expedientes. Me tenía
cierta confianza: en 1977 me preguntó, en Albano, qué opinaba sobre las
consagraciones. En otra oportunidad, en 1977 también, me confidenció: “ellos me
están esperando” (el director de Econe y los profesores). Ellos sugerían
aceptar la Misa Nueva y el concilio para conservar la Misa Tridentina. Decían,
le decían: “ahora estamos confrontados con Roma. Si queremos conservar la Misa
(Tridentina) debemos aceptar el concilio”. Pretendían que Monseñor se jubilara
en una hermosa casa en Alemania, pero él les respondió que eran libres de irse
si lo deseaban. Los echó.
¿Es
efectivo que Mons. Lefebvre le pidió a usted que aceptara ser consagrado?
En 1986, estando
de visita en Econe, me tomó aparte luego de una comida y me preguntó si yo
aceptaría ser consagrado Obispo. Conociendo lo que siguió, tal vez debí
aceptar.
¿Entonces
usted no aceptó?
Le dije que me
parecía que Mons. de Galarreta sería más indicado.
¿Puede
sintetizar lo sucedido en el 2012?
Ese año estuvimos
a muy pocos pasos del acuerdo y fracasó a último momento, probablemente, por el
asunto Williamson. El acuerdo fracasó por ese asunto y por la carta de los 3
Obispos. Ambas cosas hicieron fracasar el acuerdo.
Se
dice que la clave de la estrategia ad intra de Monseñor
Fellay, está en tener el respaldo del Capítulo General. ¿Puede decirnos algo
sobre eso?
El capítulo
general fue muy bien preparado por Mons. Fellay y ellos (los acuerdistas)
lograron sus objetivos. Ahí entendí lo que le pasó a Monseñor Lefebvre y a sus
amigos en el concilio Vaticano II. Él (Mons. Fellay) había tomado la decisión
de una política de aproximación a Roma y se las arregló para tener el apoyo
general del capítulo expulsando a Mons. Williamson, que era el único capaz de
obstaculizar esa política.
¿Cuáles,
a su juicio, deben ser las condiciones requeridas para hacer un acuerdo con
Roma?
Mons. Lefebvre nos
dijo que mientras no haya un cambio radical en Roma, un acuerdo es imposible,
porque esas personas no son leales, y uno no puede pretender transformar a los
superiores. Es el gato el que come al ratón y no el ratón el que come al gato.
Un acuerdo equivaldría a entregarse en manos de los modernistas, por
consiguiente, se debe rechazar absolutamente. Es imposible. Hay que esperar que
Dios intervenga.
¿Puede
decirnos lo que piensa de las visitas de evaluación de diversos prelados
modernistas a los Seminarios de la Fraternidad? Es verdad que alguna vez Mons.
Lefebvre recibió algunos prelados. ¿Cuál es la diferencia ahora?
Se trataba de
visitas excepcionales en las cuales el Card. Gagnon nunca tuvo la posibilidad
de defender el concilio, mientras que ahora se trata de los primeros pasos en
la reintegración (de la FSSPX) a la iglesia conciliar.
¿Qué
opina de un eventual reconocimiento unilateral por parte de Roma a la FSSPX?
Es una trampa.
Entre
el capítulo del 2006 y la crisis iniciada el 2012, se observa un cambio de
actitud de las autoridades de la FSSPX respecto de Roma. ¿A qué se debe ese
cambio?
A la decisión de
los superiores de reintegrase a la iglesia conciliar. Desde 1994 o 1995 se
realizaron los contactos del GREC, que fueron pasos significativos hacia la
reconciliación, como lo había previsto el embajador Pérol (representante de
Francia en Italia), que es el inventor del levantamiento de las excomuniones
(2009) y del Motu Proprio (2007). Eso debía tener como contrapartida el
reconocimiento del concilio.
¿Qué
haría Mons. Lefebvre en la situación actual?
Seguiría en la
línea que nos indicó después de las consagraciones, descartando absolutamente
la eventualidad de un acuerdo.
Si
en el futuro usted fuera invitado a ir a Roma a conversar con el Papa, ¿iría?,
¿qué le diría?
En primer lugar,
consultaría a todos nuestros amigos de la Resistencia. Iría con Mons. Williamson
y otros excelentes sacerdotes que llevan el combate de la Resistencia con mucho
valor. Y mantendría informados a todos nuestros amigos, con toda transparencia.
Mons.
Fellay ha dicho que la FSSPX está de acuerdo con el 95% del concilio Vaticano
II. ¿Qué opina de eso?
Mons. Lefebvre
contestó que todo el concilio está invadido de un espíritu subjetivista que no
católico.
Francisco, siendo un eficaz demoledor de la Iglesia
y destructor objetivo de la fe, ¿es verdadero Papa?
En mi opinión, no se puede decir que Francisco es peor que Pablo VI, que
fue quien puso a la Iglesia en otra vía; y entonces debemos conservar la
actitud que fue la de Mons. Lefebvre, actitud prudencial que excluye el
sedevacantismo. Mons. Lefebvre siempre se rehusó a ordenar un seminarista que
fuera sedevacantista. Y esa fue la política de la FSSPX hasta la muerte de él.
Así que no nos vengan con que Monseñor dijo esto o lo otro.
¿Cuál
es el estado de su proceso de expulsión de la FSSPX?
Las últimas
noticias fueron que encontré, en el correo-e, por casualidad, una segunda
monición. Desde mañana, entonces, la FSSPX tendrá cuatro Obispos nuevamente.
¡Deben echarme rápidamente!, ¡Deo gratias!
Esta
decisión de consagrarlo obispo debe haber sido muy sopesada y meditada durante
mucho tiempo. Al igual que Mons. Lefebvre, usted, Mons. Williamson y los
sacerdotes de la Resistencia no han querido ser colaboradores de la destrucción
de la Iglesia. Es por conservar la fe intacta que han sido perseguidos,
condenados y calumniados muchas veces. Su consagración episcopal le podrá
acarrear una pretendida excomunión. ¿Cuáles fueron las razones principales para
llevar a cabo esta consagración?
La razón principal
es que no podemos dejar la Resistencia sin Obispos. Como lo dijo Mons.
Lefebvre, son indispensables Obispos católicos para la conservación de la
verdadera doctrina de la fe y los sacramentos.
Mons.
Lefebvre pensó en usted para ser consagrado Obispo y ahora Mons. Williamson ha
podido cumplir ese deseo. ¿Cuál será su principal preocupación?
Esforzarme en
mantener la obra de Mons. Lefebvre en el camino que él había trazado, sin
desviarse ni a la derecha ni a la izquierda.
¿Cuál
será su lugar de residencia?
Francia, donde
hemos previsto abrir un seminario cerca de los Dominicos de Avrillé.
¿Le
gustaría decir algunas palabras a los sacerdotes y fieles, que aún están bajo
la estructura de la Fraternidad, pero que están inquietos debido a la deriva
liberal de ella en los últimos años?
Que vuelvan a leer
y a meditar los textos de su fundador.
¿Nos
puede explicar lo esencial de su escudo?
En el centro está
el Cordero del Apocalipsis, el Alfa y Omega, el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo, anunciado por Isaías. Los corazones recuerdan La Vendée
mártir de la Revolución y la flor de lis es emblema de la Francia católica. El
lema, ipsa cónteret (ella te aplastará) está tomado de la
Vulgata, Génesis 3, 15, dónde Dios promete la victoria de la Virgen María sobre
el dragón.
¿Hay algo más que quisiera
agregar?
Conservemos la fe, la esperanza y la caridad. No hay que dudar y hay que
pedir eso a Dios y a nuestra Señora, que nos mantengan en esas virtudes.
Padre,
agradecemos profundamente a Dios, a su Santísima Madre, y a San José
Protector de la Iglesia, por esta gracia tan grande. Pedimos por usted para que
Dios lo conserve y lo guarde. Le agradecemos a usted por haber aceptado tan
tremenda carga y a Monseñor Williamson por haberlo consagrado como sucesor de
los Apóstoles. Deo Gratias!
English
Exclusive Interview with Fr. Faure
How about a little history to begin, Father, how did you get to know
Tradition and Archbishop Lefebvre?
In 1968,
while in Argentina, I visited the Archbishop of Paraná, who told me: "Do
you want to defend Tradition? In the Council I defended Tradition together with
a brave Bishop, a friend of mine, Archbishop Lefebvre." It was the
first time I had heard of Archbishop Lefebvre. I went to look for
Archbishop Lefebvre in Switzerland in 1972, and during Holy Week was went I
first met him there.
Where were you born? Why were you living in South America?
I was born in
Algeria and my family, after the independence, acquired a plot of land in
Argentina, close to Paraná. My family was deported from Algeria because the
French government seceded power to the militant Moslems that committed
horrendous massacres during the course of the process of the independence. My
grandparents, parents and uncles worked in agriculture there since 1830.
Returning to the story, how your apostolate in the Society come about?
Archbishop
Lefebvre ordained me in 1977 in Econe, and 15 days later I went with him on a
trip through the southern United States, Mexico (where the government refused
our entry), Colombia, Chile, and Argentina. The Archbishop put me in
charge of starting an apostolate in this region. During the first year 2
Argentinian priests helped me and the following year another Spanish priest (of
the Society). After this the South American district of the United States
was formed as was my position and responsibility and I began to preach retreats
as far north as Mexico. The first year there were 12 vocations that were put in
the Priory of Buenos Aires that was in a large enough house. Following
this, around 1980, the seminary in La Reja (Buenos Aires) was built, where
Archbishop Lefebvre put me as rector. I stayed there until 1985, when I
was named superior of the District of Mexico. That was when they built
the churches in Mexico City and Guadalajara. I looked after the country
and its distinct places together with Frs. Calderon, Angles, and Tam.
Later I was in France for some years. After all of this I was named as
professor of history in the Seminary in Argentina and I was there until the
expulsion of Bishop Williamson from Argentina (2009).
Did Archbishop Lefebvre confide in you?
Archbishop
Lefebvre gave me free access to his mail and correspondence and he put me in
charge of certain records. He had a certain kind of trust for me: in 1977
in Albano he asked me what I thought about consecrations. In this
opportunity he confided in me that "they are waiting for me" (the
rector in Econe and the professors). They would suggest accepting the New
Mass and the Council in order to preserve the Tridentine Mass. They said
to him: " now we are confronted with Rome. If we conserve the Mass (Traditional)
we must accept the Council." They tried to persuade the Archbishop
to retire in a beautiful house in Germany, but he told them that they were free
to leave if they wanted to. He got rid of them.
Is it true that Archbishop Lefebvre asked you to accept being
consecrated a bishop?
In 1986,
while on a visit to Econe, he called me aside after a meal and asked me if I
would accept being consecrated a bishop. Knowing what happened, I suppose
I must accept.
Then you did not accept?
I told him
that it seemed to me that Bishop De Galerreta would be the most adequate.
Can you summarize what happened in 2012?
In that year
we were very close to an accord and it failed at the last moment, probably, because
of the issue with Bishop Williamson. The deal failed because of that
matter and the letter of the three bishops. Both of these caused the deal
to fail.
It is said that the key to the ad intra strategy of Bishop Fellay is the
backside of the General Chapter. Can you tell us something about this?
The General
Chapter was very well prepared by Bishop Fellay and the they (the accordistas)
accomplished their objectives. That was when I had understood what
Archbishop Lefebvre and his friends felt like in the Second Vatican
Council. Bishop Fellay had taken the decision of a policy of getting
close to Rome and he had fixed it in order to have the the general support of
the Chapter in expelling Bishop Williamsom, who was the only one capable of
obstructing this policy.
According to your judgement, what should be the conditions required to
make a deal with Rome?
Archbishop
Lefebvre told us that while there were no real changes in Rome a deal would be
impossible, because these people were not loyal, and one cannot intend to
change one's superiors. It is the cat that chases the mouse and not the
mouse that chases the cat. A deal would be equal to handing over oneself
to the modernists, and consequently, it must be absolutely refused. It is
impossible. We must wait for God's intervention.
Can you tell us what you think the visits of evaluation of various
modernist prelates to the Seminaries of the Society? Is it true that once
Archbishop Lefebvre received some prelates? What is the difference now?
It dealt with
exceptional visits during which Cardinal Gagnon never had the possibility of
defending the Council, while on the other hand now it deals with the first
steps of a reintegration (of the Society) into the conciliar church.
What do you think about an eventual unilateral recognition on the part
of Rome to the Society?
It is a trick.
Between the 2006 chapter and the crisis started in 2012 certain changes
are observed and attitudes of the authorities of the Society Of St. Pius x in
respect to Rome? What is the reason for this change?
It is the
decision of this appears to be reintegrated into the conciliar church. Since
1994 or 1995 there were some context with GREC that were significant steps
towards a reconciliation, like what had been seen with the ambassador Perol
(represents tatie of France in Italy) who is the inventor of the lifting of the
excommunications (2009) and the Motu Proprio (2007). That must have had another
relative act of recognizing the Council.
What would Archbishop Lefebvre do in the current situation?
He would
follow in the line that he indicated to us after the consecrations, doing away
completely with the possibility of a deal.
If in the future you were invited to go to Rome and speak with the pope
would you go? What would you say?
First, I
would consult with all of my friends in the resistance. I would go with
Bishop Williamson and the other excellent priests that accept the combat of the
resistance with much valor. And I would keep all of our friends
well-informed with all transparency.
Bishop Fellay has said that the Society is in agreement with 95% of the
Second Vatican Council. What do you think of this?
Archbishop
Lefebvre answered that all of the Council is invaded by a subjectivist spirit
that is not Catholic.
Is Francis, being an effective devastation of the Church and objective
destroyer of the Faith, a true pope?
In my
opinion, it cannot be said that Francis is worse than Paul VI, who was who put
the Church on the wrong course, and so we must conserve the attitude that was
the same of Archbishop Lefebvre, a prudential attitude that excluded
sedevacantism. Archbishop Lefebvre always refused to ordain a seminarian
that was sedevacantist. And that was the policy in the SSPX until his
death. So don't let it be said that the Archbishop did this or said that.
What is the state of the process of your expulsion from the
Society?
The last news
that I had heard was by chance a second warning in an email. After tomorrow,
therefore, the Society of St. Pius X will again have 4 bishops! They better throw me out quickly. Deo gratias!
This decision of consecrating a bishop must've been thought about and
meditated during much time. Just like Archbishop Lefebvre, you, Bishop
Williamson and the priests of the resistance have not wanted to collaborate in
the destruction of the Church. It is for conserving the faith intact that
they have persecuted you all, condemning you all and calumniating you all many
times. Your episcopal consecration could run the risk of resulting in an
alleged excommunication. What were the principal reasons for bringing about
this consecration?
The main
reason is that that we cannot leave the resistance without bishops. Just like
Archbishop Lefebvre said, Catholic bishops are indispensable for the
conservation of the true doctrine and faith and the sacraments.
Archbishop Lefebvre thought of you in the consecration of bishop and now
Bishop Williamson is finalizing this wish. What will be your main concern?
Maintaining
the strength of the work of Archbishop Lefebvre and the way that he had went,
without deviating too much to the right or to the left.
Where will your place of residence be?
In France
where we have been thinking about opening a seminary close to the Dominicans of
Avrille.
Would you like to say any words to the priests and faithful that are
still under the structure of the society but that are not satisfied with the
liberal ways in the last years?
That they
return to read into meditate upon the texts of their founder.
Can you explain to us the essential of your coat of arms?
In the
sensual is the lamb of apocalypse and Alpha and the Omega the lamb of god that
takes away the sins of the world announced by Isaiah. The hearts are symbols of
the Vendeé martyrs and the revolution and the flor de lis is the emblem of
Catholic France. The motto, ipsa cónteret (she will crush you) is taken
from the Vulgate, Genesis 3, 15 where God promises the victory of the Virgin
Mary against the dragon.
Is there anything more you would like to add?
We conserve
Faith, Hope, and Charity. There is nothing to doubt and we must beg of
God and Our Lady that we are maintained in these virtues.
Father, we greatly thank God, His Most Holy Mother, and Saint Joseph
protector of the Church for this great grace. We ask of God that he may protect
and conserve you. We thank you for having accepted this tremendous position and
Bishop Williamson for consecrating you as one of the successors of the
Apostles. Deo Gratias!