Número
CDII (402)
28
de marzo de 2015
Nuevo Obispo
Mons.
Williamson
¡San José, Patrono de la
Iglesia, muchas gracias
Por así prolongar los
rangos de sus verdaderos obispos!
La
consagración del Padre Jean-Michel Faure como obispo en el Monasterio de la
Santa Cruz en Brasil la semana pasada fue una ocasión de deleite. El tiempo
estaba cálido y seco. El sol brillaba. Los monjes y las Hermanas cercanas del
Padre Tomás de Aquino han sobresalido al transformar un garaje de concreto y
metal en un santuario digno de la noble liturgia, la cual ellos también habían
muy bien preparado. A pesar de la noticia tardía, estuvo presente un grupo de
sacerdotes de todas las Américas y de Francia. Una congregación de una centena
de almas, también de muchos diferentes países, siguió atentamente la ceremonia
de tres horas.
Desde
entonces todos los Católicos que ven la necesidad de al menos un obispo más
para ayudar a asegurar la supervivencia de una “Tradición Resistente” se han
regocijado. La comprehensión que Monseñor Lefebvre tenía de la defensa de la Fe
Católica no podía ser dejada por mucho tiempo más dependiendo solamente de un
único obispo. Su consagración de los cuatro obispos en 1988 sin el permiso de
Roma, por la “Operación Supervivencia” en oposición a la “Operación Suicidio”,
tenía que ser prolongada en el siglo 21ero. Disculpas van a todos
los Católicos que hubieran amado estar presentes si solamente lo hubieran
sabido con suficiente antelación, pero todo tuvo que hacerse para asegurar que
la consagración tuviera lugar, lo que incluía una medida de discreción.
Tenía la
consagración enemigos poderosos. La Iglesia oficial en Roma reaccionó
declarando al consagrante estar “automáticamente excomulgado”, pero tanto como
en 1988 esta declaración es falsa, porque según la Ley de la Iglesia
quienquiera comete un acto punible no incurre en la penalidad normal, por
ejemplo excomunión por consagrar un obispo sin el permiso de Roma, si es que él
actuó por necesidad. Eso es sentido común, y ciertamente había
necesidad en este caso. En la medida que el mundo se acerca más y más a la
Tercera Guerra Mundial, ¿qué individuo en la tierra puede estar seguro de su
propia supervivencia?
También, la
Fraternidad oficial San Pío X en Menzingen, Suiza, condenó la consagración de
Monseñor Faure en una declaración de prensa emitida ese día mismo. Vale la pena
notar en ella la admisión de que el consagrante fue excluido de la Fraternidad
en el 2012 debido a su “crítica vigorosa” de los contactos de la Fraternidad
con Roma en años recientes. Menzingen reclamó por el mayor tiempo posible que el
problema era uno de “desobediencia”. Ahora,
finalmente Menzingen admite que fue continuamente acusado de "traicionar
la obra de Monseñor Lefebvre". Ciertamente, traicionar y destruir.
La propia
Roma confirma la traición. Al día siguiente de la consagración, Monseñor Guido
Pozzo, Secretario de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, además de
declarar la inexistente “excomunión”, continuó diciendo Varias
reuniones (entre Roma y la FSPX) han tenido lugar y más de
ellas están planeadas con ciertos prelados (Romanos) para
discutir los problemas que todavía necesitan ser clarificados en una relación
de confianza”, problemas “doctrinales e internos a la
Fraternidad”.
Monseñor
Pozzo prosiguió: El Papa está esperando que la Fraternidad se decida a
entrar en la Iglesia y nosotros estamos siempre listos con un proyecto canónico
conocido (una prelatura personal). Un poquito de tiempo se
necesita para que las cosas devengan claras dentro de la Fraternidad y para que
Monseñor Fellay obtenga un consenso suficientemente amplio antes de dar este
paso.
¿Qué más
puede alguien necesitar para ver la inscripción en la pared?
Kyrie
eleison.