18
de octubre de 2014
Número
CCCLXXIX (379)
HISTORIA INTERNA – I
Mons.
Williamson
Si
la Santísima Virgen María nos dice como salvar la Iglesia
Todos los otros medios nos dejarán plantados.
Todos los otros medios nos dejarán plantados.
Después
de 1917 se le hizo claro al mundo por Nuestra Señora de Fátima que la salvación
de la Iglesia y del mundo (“un período de paz”) dependía de dos cosas: no
solamente de la Consagración de Rusia a Su Corazón Inmaculado por el Papa con
todos los obispos del mundo, sino también por los Católicos haciendo reparación
a Su Corazón recibiendo Confesión y Comunión y meditando durante 15 minutos y
rezando el Rosario en cada primer sábado del mes. Así es que que ningún
Católico piense que no hay nada que ellos puedan hacer para ayudar a la Iglesia
y al mundo a salir de sus presentes aterradoras crisis. Cada uno de los
Católicos respondiendo a Su segunda súplica ayudará al Papa a responder a Su
primer súplica.
Pero
esta respuesta no ha sido aún suficiente. Por ejemplo, en los 1930 el Papa Pío
XI estaba plenamente consciente de la primer súplica de Nuestra Señora, pero él
nunca realizó la Consagración de Rusia. ¿Por qué no? Según el Hermano Miguel de
la Santísima Trinidad en su segundo de los excelentes tres volúmenes sobre su Toda
la Verdad Sobre Fátima, fue porque Pío XI estaba en ese momento
comprometido en contactos diplomáticos con las autoridades rusas en Moscú y él
pensó que su propia diplomacia era un mejor camino para tratar con los
comunistas que la Consagración de Nuestra Señora. El prefirió el camino humano
al camino divino para tratar con el problema y, por supuesto, el problema
permaneció irresuelto. El mundo se sumergió en la Segunda Guerra Mundial y la
Iglesia fue rota desde adentro por el Vaticano II.
Ahora
en los 2010 una historia paralela ha estado saliendo a luz, la de Nuestra
Señora apelando a través de una mensajera a Monseñor Fellay para que la
Fraternidad San Pío X organice una Cruzada de Rosarios para rezar porque la
Consagración de Rusia tenga lugar. Si esta historia es cierta (como yo creo que
lo es y algunos otros sacerdotes también lo creen), vale la pena decirla en
unos pocos números de estos “Comentarios”, no para desacreditar a Monseñor
Fellay (cuya preferencia por los medios humanos es tan comprensible como la de
Pío XI – Dios es el juez de ellos) sino a fin de enfatizar cuan urgente la
Consagración de Rusia permanece y, especialmente, la devota práctica de los
cinco primeros sábados aún casi 100 años más tarde. Pero, ¿es la historia
cierta? En particular, ¿cuan confiable es la mensajera?
Yo
mismo me encontré con ella varias veces y yo creo que su historia tiene toda
probabilidad de ser cierta, primeramente porque ella es una persona seria
adulta que da toda señal de estar diciendo la verdad, pero principalmente
porque lo que ella dice es una historia interna que se corresponde con, y
explica, un gran número de hechos públicos y bien conocidos acontecimientos
desde afuera, digamos. En cuanto a la mensajera, los lectores tienen derecho a
desconfiar de mi juicio personal, pero en cuanto a la perfecta correspondencia
entre la historia interna y los hechos externos, los lectores pueden juzgar por
sí mismos.
La
historia comienza el Domingo del Buen Pastor de 2004 cuando la Santísima Virgen
María se apareció a la mensajera y le dio a ella un mensaje a ser transmitido
al Monseñor de la Fraternidad San Pío X. En éste Ella pedía que la FSPX lidere
a los fieles en una Cruzada de Rosarios para la Consagración de Rusia a Su
Inmaculado Corazón, esa misma Consagración que el Cielo ha estado pidiendo
desde los 1920. En los 2000 la mensajera comprendió que si esto se hacía según
Nuestra Señora pedía, se obtendría al final, a través de Ella, las gracias para
lograr la tan necesaria Consagración.
En
Junio del 2006 la mensajera le dio el mensaje en persona a Monseñor Fellay. El
lo discutió con ella pero no sabía aún que de hecho era una directiva de la
Madre de Dios. Y, así, en su camino de vuelta a Suiza, él tomó una importante
primer decisión. Como dicen los estadounidenses, ¡“Manténganse sintonizados”!
Kyrie
eleison.