Aunque Ud. no lo crea -¡pero todo es posible en la
iglesia conciliar modernista!- esta chirusita que canta y menea su cuerpo es
una monja. No solo se contenta con rockear,
en un programa televisivo italiano, tomando inspiración de esta fémina, sino
que en el minuto 6.50 de pronto hace frenéticamente unos cuernos con su mano. Luego, un pelafustán multitatuado también hace
el signo del diablo para, a continuación, apretujarse contra el cuerpo de la “religiosa”,
a la que sacude por los aires. Todo muy del gusto del misericordiero Francisco, seguramente. ¡Esto es lo que se llama “cultura
del encuentro! Hay que redoblar la oración ante el avance de la apostasía y tantas almas que se dejan arrastrar para perderse.