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domingo, 26 de enero de 2014

LASTIMOSA FRATERNIDAD SAN PIO X



La blogósfera fraternitaria no descansa.


Ya ha quedado clara la clase de defensores y la clase de razones que tiene la Nueva FSSPX, el “último reducto de la fe”, fuera de la cual se cae en las tinieblas exteriores del cisma donde es el llanto y rechinar de dientes. Pobrecita Fraternidad, pobre Monseñor Lefebvre y lo que han hecho de su obra los que a diferencia de él que llegó a entender -y lo decía- que Roma estaba ocupada por anticristos, estos de ahora dicen que “la Roma actual es la Iglesia católica porque ella está integrada por todos aquellos miembros bautizados que profesan una misma fe (pero nosotros no podemos declarar por nosotros mismos que los demás la han perdido) unidos al Papa” (sic, blog La honda de David). ¿En serio todos los bautizados profesan una misma fe? ¿La misa nueva profesa la misma fe que la misa tradicional? ¿El cardenal Kasper, el cardenal Muller tienen en serio la fe católica y profesan la misma fe que San Pío V o San Atanasio o que la anciana que no quiere unirse con los protestantes y los considera herejes? Pero si es así, si Roma actual es la Iglesia católica, ¿qué hace la Fraternidad fuera de su estructura oficial? ¿Acaso profesa otra fe? ¿Y qué espera para entrar e integrarse? Si la Roma modernista tiene la fe católica, ¿para qué tantas discusiones doctrinales? Decía Mons. Lefebvre: “Queda claro que somos nosotros quienes conservamos la unidad de la fe, que desapareció de la Iglesia oficial. Un obispo cree en ésto, el otro no; la fe es distinta, sus catecismos abominables contienen herejías. ¿Dónde está la unidad de la fe en Roma? ¿Dónde está la unidad de la fe en el mundo? Está en nosotros, quienes la conservamos. La unidad de la fe realizada en el mundo entero es la catolicidad. Ahora bien, esta unidad de la fe en todo el mundo no existe ya, no hay pues más de catolicidad prácticamente. Habrá pronto tantas Iglesias Católicas como obispos y diócesis. Cada uno tiene su manera de ver, de pensar, de predicar, de hacer su catecismo. No hay más catolicidad.” (Fideliter N° 66. Noviembre-diciembre de 1988).

Otra tontera del abogado  (que no sabe la esencia de la ley) defensor del acuerdismo: “extra FSSPX nulla salus porque la FSSPX forma parte de la Iglesia” (idem blog lhd). Pero si la FSSPX forma parte de la Iglesia y no es la Iglesia entonces quien deja la FSSPX deja una parte de la Iglesia y no toda la Iglesia, por lo tanto quien deja la Fraternidad no deja la Iglesia sino simplemente una congregación resabiada de liberalismo camino a su aggiornamento total con el liberalismo romano.

En fin, ya basta de responder tonteras. Aprendamos de Eurípides cuando enseñó que “el que habla a un necio, aunque sea prudente, parecerá también necio”. No obstante lo cual, debemos agradecer que cada día que pasa los liberales muestren mejor su incoherencia y su evasión de la verdad, de manera tal que ya la neo-FSSPX no puede disfrazar su lamentable deriva liberal que la aleja cada vez más de la verdadera fe católica.

Recordemos estas palabras sabias del gran Arzobispo Lefebvre: “No somos nosotros, sino los modernistas quienes salen de la Iglesia”.