Carta
abierta al Padre le Roux
Nov
30, 2013
En
su Carta a los Amigos y Benefactores del 10 de Noviembre de 2013, usted escribe
acerca de la autoridad y la Tradición, y dice que a menos que los
Tradicionalistas se sometan a la autoridad, ellos se convertirán en
Revolucionarios que subvertirán todas las cosas.
En
los primeros cuatro párrafos, usted dice que subversión y Revolución son
contrarias a los deseos de Dios, y usted utiliza la Revolución Francesa para
presentar su afirmación. Sus lectores recordarán la comparación hecha por
Monseñor Lefebvre y asumirán que usted está atacando al Vaticano II y a Roma
conciliar.
Luego,
unos párrafos más adelante llega la sorpresa: “Los últimos meses esta sutil
tentación de desconfianza en la autoridad ha envenenado las filas de los
defensores de la tradición de la Iglesia”. Ya que la FSSPX siempre se ha
considerado a sí misma como defensora de la Tradición, usted esta atacando
claramente a aquellos que resisten la nueva orientación de la FSSPX.
Además,
su carta implica que Monseñor Fellay tiene autoridad a la cual debemos
someternos, y aquellos que se nieguen a hacerlos son subversivos y por lo tanto
ofenden a Dios. Sin embargo, Monseñor Fellay tiene una autoridad muy limitada:
él es la cabeza de una pía unión de sacerdotes y por lo tanto no tiene
autoridad real [Nota del blog: por un error,
efectivamente la FSSPX se constituyó como pía unión]. Además, como
sacerdote y obispo, respecto a los laicos, solamente tiene la autoridad que
nosotros le concedemos a través de la jurisdicción de suplencia [Nota del blog:
eso es exacto: las autoridades de la FSSPX no tienen el status canónico de
"superiores" de los laicos que frecuentan las capillas de la
Fraternidad].
Así
que los Superiores de la FSSPX están excediéndose enormemente en su autoridad
al negarle los sacramentos a los fieles que expresan opiniones contrarias a las
de los Superiores [Nota del blog: los Sacramentos sólo
se pueden denegar a los incapaces, como los no católicos, y a los indignos,
como los pecadores públicos]. Además, ya que la FSSPX actualmente no tiene
un estatus canónico propio, el Superior general no puede expulsar miembros
legítimamente. Ni siquiera puede impedir el acceso a cualquier Superior al
Capítulo general, por lo que la expulsión de Monseñor Williamson invalida el
Capítulo general, un verdadero acto de subversión, el cual usted omitió en su
carta.
Entre
algunos fieles de la FSSPX, está la noción ingenua de que una vez que le
otorguen un estatus canónico, podrá reformar a Roma desde el interior. Si los
sacerdotes de la FSSPX, desde dentro, no pueden corregir el pensamiento de sus
superiores sin ser etiquetados como subversivos, ¿cómo es que la inferior FSSPX
reformará a su superior (Roma)?
Su
carta plantea muchas preguntas. Me limitaré a tres:
¿Por
qué usted compara a los sacerdotes y fieles de la Resistencia con Monseñor de
Talleyrand? ¿Son “devotos del altar del poder”? ¿Qué poder están persiguiendo?
¿No
es una “traición” expulsar sacerdotes precisamente por lo que se les ordenó
hacer: enseñar y defender la Fe Católica?
¿Debemos
someternos a la autoridad de Monseñor Fellay, cuando él declaró que el Vaticano
II ilumina la vida de la Iglesia, que la nueva misa fue promulgada
legítimamente, que los sacramentos del novus ordo son válidos, etc?
Esto
es claramente contrario a las enseñanzas de Monseñor Lefebvre y contrario al
sentido común.
En
su carta, usted dice que “un nuevo ataque formal se lleva a cabo en contra del
último vestigio de la Tradición en el seno de la Santa Madre Iglesia”. Estoy
sorprendida de su actitud temerosa pues el 28 de diciembre de 2012, en Canadá,
Monseñor Fellay estaba muy optimista acerca del futuro “…empezamos a ver
pequeños signos que nos dicen que la primavera está llegando”.
Estoy
de acuerdo con usted en que es "hora de poner fin a esa suicida guerra
interna" iniciada por Monseñor Fellay contra los sacerdotes y fieles de la
FSSPX inocentes y alimentada por el temor a una acción punitiva dirigida contra
todas las personas francas.
Estamos enterados de los métodos que la Casa
general de la FSSPX está utilizando cuando encuentran a alguien que no está de
acuerdo con ellos. No es de extrañar que los que están todavía dentro de la
Fraternidad San Pío X deben esconderse y callar - ¡y usted los llama
"secretos", "anónimos" y "cobardes"! ¡El miedo y
la coacción son las herramientas de los revolucionarios (FSSPX de hoy), el
miedo y la coacción no son las herramientas de la Resistencia!
La
Resistencia no utiliza métodos revolucionarios. Hacemos lo que podemos para
advertir a otros sobre los peligros que vienen no tanto del novus ordo (pues
todos sabemos ahora lo que se puede esperar de Roma) sino especialmente de la
FSSPX que secretamente se ha transformado en una entidad de Indulto [Nota del blog: al modo de las congregaciones que celebran
las Misas de indulto] que nada tiene en común con la obra de Monseñor
Lefebvre.
Padre,
los cargos que usted levanta en su carta, fueron también levantados contra
Monseñor Lefebvre. La Resistencia debe estar orgullosa de ser tratada del mismo
modo.
Su
carta me llegó gracias a un amigo de la Tradición. Ella notó el sorprendente
número de palabras duras que ella entendió fueron dirigidas en contra de la
Resistencia: Subversión, Revolución, perversidad, infiltración, armas, demonio,
escándalo, satánico, violencia, odio. ¡Estas palabras se encuentran tan solo en
los dos primeros párrafos!
En
el pasado, los superiores de la FSSPX nunca escribieron cartas de este tenor.
Ellos solían escribir cartas pastorales en las cuales nos advertían de los
peligros de Roma conciliar y daban ejemplos claros y relevantes. Pero esos días
terminaron.
Hay
una nueva orientación que se sigue actualmente. El párrafo cinco contiene la
declaración más reveladora acerca de esta nueva orientación de la FSSPX:
“Algunas veces, cuando la autoridad a cargo deja de ser fiel a su papel de
guardián del bien común, los defensores de la Tradición deben recordar a la
autoridad su papel e incluso hacerlo públicamente, pero respetando la
naturaleza de la autoridad y rechazando los métodos secretos, anónimos y
cobardes del subversivo”.
La
iglesia conciliar, al adoptar las nuevas enseñanzas, la nueva misa, los nuevos
sacramentos, el nuevo Código, no solamente algunas veces no protege el bien
común, sino más bien la iglesia conciliar nunca protege el bien común.
Con
esta declaración, y especialmente por las palabras “algunas veces” y “recordar”
(no pudo haber escogido un verbo más débil), usted nos comprueba que la FSSPX
se ha unido a las filas de otros desertores de la Tradición (Campos, FSSP, IBP,
etc.)
El
título de su carta debió ser “Subversión de la Tradición”. Y esta subversión es
efectuada por Menzingen, no por la Resistencia.
Además,
es indigno de la FSSPX incluir un folleto para colectar dinero el anuncio de
una conferencia del Dr. White para dar la ilusión que él apoya a la FSSPX. El
Dr. White ha sido un fiel defensor de Monseñor Williamson durante muchos años,
y su conferencia en Virginia en el 25 aniversario de las Consagraciones
Episcopales el 29 de junio de 2013, le dio un impulso moral a la Resistencia.
Para
el siguiente proyecto de colecta de fondos, quizá usted quiera considerar
utilizar la conferencia que el Sr. White dio en Virginia sobre Filoctetes de
Sófocles. La primera parte es un comentario bastante bueno sobre la nueva FSSPX
“rebranded”. ¡Seguro que complacerá a la multitud!
Por último, nos hemos enterado de la expulsión
del Padre Girouard: “Rueda otra cabeza de la guillotina de Menzingen” (usando
las palabras del Padre). Este es otro ejemplo de la subversión de la Tradición
realizada por la neo-FSSPX. Es trágico que la FSSPX continúe
auto-destruyéndose. Es una bendición y una alegría tener al Padre Girouard en
la Resistencia, donde puede permanecer fiel y formar futuras generaciones de
Católicos tradicionales.
Con
mis mejores deseos, en Jesús y María,
Hermana Constance