El
12 de octubre de 2013, en Kansas City, Monseñor Fellay lanzó un
desafío: “¡Cómo imaginar que algunas personas sigan pretendiendo que
[todavía] tengamos la intención de lograr un acuerdo con Roma! ¡Pobre de ellos!
Les hago un reto: ¡que me lo demuestren! Pretenden que pienso diferente de lo
que hago. No están en mi cabeza.” (…)“Cualquier
género de procedimiento con vistas a un reconocimiento se acabó cuando las
autoridades romanas me entregaron el documento para firmar, el 13 de junio de
2012”. Pero el 13 de junio de
2012 no fue, en la cabeza de Monseñor Fellay, el final de su deseo de un
acuerdo con la Roma oficial y modernista. Porque el 17 de junio de 2012, él
escribió a Benedicto XVI: “Tengo la intención de continuar haciendo
todos mis esfuerzos para continuar en este camino…” Porque el 15 de febrero de 2013, Monseñor
Fellay, durante una
entrevista a Nouvelles de
France, declaró respecto a las tentativas de
acercamiento de la FSSPX con Roma:
Pregunta: Monseñor, apreciaría usted el hecho de que el
último gran acto del pontificado de Benedicto XVI pudiera ser la reintegración
de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X? Monseñor Fellay: Por un breve instante, pensé que, anunciando
su dimisión, Benedicto XVI tendría un último gesto hacia nosotros como Papa. No
obstante, veo muy difícil que esto pueda ser posible. Habrá que esperar probablemente al
próximo Papa. (…) Estamos
muy consientes que es muy difícil pedirles a las autoridades una condenación de
la nueva misa. En realidad, si lo que deba ser corregido lo fuera, sería un
gran paso. (…) Llegará un momento donde la
situación será aceptable y podremos estar de acuerdo, aún cuando hoy mismo no
parece ser el caso”.
Notemos que si Francisco es un « verdadero
modernista » que va a
canonizar a Juan Pablo II, Benedicto XVI también era un “verdadero modernista” que beatificó a Juan Pablo II. Pregunta: “¿Veremos pronto a los
sacerdotes de la Fraternidad San Pio X en nuestras misas parroquiales o en los
equipos pastorales?- Monseñor
Fellay: “Tengo la
impresión que todavía podemos esperar un poco… ¡pero no excluyo nada e incluso
creo en los milagros!(DICI N° 189) Así que en 2011-2012, Monseñor
Fellay lanzó una cruzada del Rosario para obtener del Cielo el “milagro” de
nuestro reconocimiento por la Roma oficial. En febrero de 2013 todavía esperaba
ese “milagro”. Pero en octubre de 2013, le dio “gracias a Dios” porque “nosotros fuimos preservados de
cualquier género de desgracias el año pasado” (…) Gracias a Dios” (Kansas
City). Así que ¡milagro!
La Santísima Virgen impidió que Monseñor Fellay realizara sus deseos.
Pero en esa época ¡lo lamentó! El 17 de junio de 2012 le confió a Benedicto
XVI: “Desgraciadamente, en el contexto actual de la Fraternidad, la nueva
declaración no pasará”. Sin
este “contexto”, sin esta “oposición tan fuerte en las filas
de la Fraternidad”, sin
esta resistencia interior, sin un “trastorno
importante”, ¡la suerte estaba echada! Por lo tanto, Monseñor Fellay
agradece a Nuestra Señora del Rosario el haber suscitado obispos, sacerdotes y
fieles suficientemente clarividentes para oponerse a su voluntad y crear de
esta manera el contexto que impidió el “milagro” que de hecho era una
“desgracia”.
Así que el milagro es no haber obtenido el milagro. ¡Esta
claro! ¿no? ¡Con Monseñor Fellay todo es sutil! El desafío ha sido tomado con
éxito, ahora es el turno de La Sapinière de lanzar un desafío a Monseñor
Fellay. Si su conciencia no le reprocha nada, si sus intenciones siempre han
sido puras y su gobierno recto, que haga públicos los siguientes documentos: Su carta del 26 de junio de 2008 a
Benedicto XVI que es su respuesta al ultimátum romano –Su carta del 15 de
diciembre de 2008 al Cardenal Castrillón Hoyos que permitió el levantamiento de
las censuras y en la cual declaró “nosotros aceptamos y hacemos nuestros todos
los concilios hasta el Vaticano II…”