“Vivamos con Dios como
con un amigo. Procuremos que nuestra fe sea viva para comunicarnos con El a
través de todas las cosas. Así se logra la Santidad. Llevamos el cielo dentro
de nosotras pues Aquel que sacia a los Bienaventurados en la luz de la visión
beatifica, se nos entrega por la fe y el misterio. Es el mismo. He hallado mi
cielo en la tierra pues el cielo es Dios y Dios está en mi alma...”.
Sor Isabel de la
Trinidad