EN
BUSCA DE UN ACERCAMIENTO
La masonería pide al Papa poner fin
a las divergencias
El
Gran Maestro de la Gran Logia de Italia,
Gianfranco Pilloni, envió una carta
al pontífice para superar “el muro” que divide a ambas instituciones.
El
Gran Maestro de la Gran Logia de Italia, Gianfranco Pilloni, envió una carta al
papa Francisco en la cual le pide poner "fin a las divergencias que aún
hoy levantan un muro" en las relaciones de ambas instituciones.
"Con
extrema conmoción e infinita alegría me dirijo a Usted Santidad para hacerle un
humilde pedido a fin de que se actúe para poner fin a las divisiones que se
interponen a las relaciones entre la Iglesia Católica y la Masonería, con la esperanza
de que finalmente pueda reinar la justa serenidad entre los dos componentes,
poniendo fin a las divergencias que todavía hoy levantan un muro entre las
relaciones", escribió Pilloni en la carta difundida hoy. Un real pedido de
paz y de aceptación, que asegura fundar en
base a valores y principios comunes.
"No
somos un componente adverso a la Iglesia Católica por Usted dignamente
representada, todo lo contrario", asegura el Gran Maestro.
Pilloni
agrega que "nuestros caminos son
paralelos, de hecho pensamos como Ustedes en la totalidad de los problemas que
aquejan a la sociedad contemporánea, como Ustedes actuamos por un mundo de paz
y por el respeto del Ser Humano sin distinción
alguna y el respeto absoluto hacia todas las religiones".
La
historia de la diatriba entre la Iglesia y la Masonería comienza el 28 de abril
de 1738, cuando el papa Clemente XII, con la Carta Apostólica "In
eminenti", pone en guardia a los creyentes contra la Masonería, desde
entonces condenada por varios Papas en 600 documentos. En 1983 desapareció del
nuevo Código del Derecho Canónico la palabra "excomunión" contra los
masones. El 26 de noviembre de 1983 Joseph Ratzinger, el entonces Prefecto para
la Congregación para la Doctrina de la Fe, confirmó el juicio de la Iglesia
sobre las asociaciones masónicas y la prohibición permanece vigente, bajo pena
de exclusión de los sacramentos.
En
la carta enviada a Jorge Bergoglio por el "Serenísimo Gran Maestro de la
Gran Logia De Italia UMSOI" (Unión Masónica Bajo Estrecha Observancia de
Iniciación), se pone el acento en las consecuencias que ese cierre causó por
años.
"La
posición que la Iglesia tuvo y tiene todavía penaliza a los Hermanos Masones de
Credo Católico, obligándolos a profesar la fe al margen de la Iglesia y
haciéndolos sentir casi intrusos o fieles poco deseados", sostiene
Pilloni.
"Le pido a Usted, Santidad, un esfuerzo por
eliminar completamente las superadas intolerancias hacia nosotros,
públicamente, aceptándome, luego de esta súplica, a Usted, transformar nuestros
''Templos'' en Templos por la Paz, lugares de encuentros, lugares de testimonio
de los más altos y elevados sentimientos de solidaridad y hermandad humana",
enfatiza en la misiva.