Kábala. |
Coincidentia
oppositorum:
Coincidencia
de los opuestos
Por Sanford Drob
Reproducción
traducida del inglés del punto N° 12, del artículo “The Tree of Life”,
publicado en: http://www.newkabbalah.com/ Tree.html#
ednl2.
Patria
Argentina Nº 220, Marzo 2006
La
idea que lo opuesto -incluso ideas, actitudes y emociones aparentemente
contradictorias- debería ser considerado simultáneamente, entendido como
interdependiente y finalmente reconciliado, constituye una de las supremas
contribuciones del pensamiento místico (y del pensamiento místico judío en
particular) a la humanidad.
La
referida conciliación dialéctica, que debería ser buscada como un valor divino
en nuestra vida intelectual, espiritual, y personal, surge del principio Kabalístico/Hasídico
de que Dios mismo es una unidad de los opuestos y es Él quién reconcilia
dentro de sí mismo todas las contradicciones.
Los
Kabalistas utilizan el término achdut
hashvaah, para indicar que Ein-sof, el Dios Infinito, es “una unidad de
opuestos (contrarios),” el que reconcilia dentro de sí hasta aquellos aspectos
del cosmos que están opuestos o son contradictorios unos con otros. En el
siglo XIII el Kabalista Azriel se refirió al Ein Sof como unificando dentro de
sí, tanto al ser como a la nada, y constituyendo la raíz común de ambos: la fe
y la incredulidad” (Scholem. Orígenes del Kabala. pps 441-2). Para Azriel, el
Sefirot, los arquetipos a través de los cuales el mundo fue creado y es
sostenido, encarnan una unión de opuestos (contrarios), una unión que realmente
proporciona la energía para el cosmos (Azriel, The Explanation of the Ten Sefirot:
en Dan, The Earlv Kabbalah. p. 94.) Según Azriel: “La naturaleza del sefirah es
la síntesis de cada cosa y su opuesto.
Ya
que si ellos no poseyeran el poder de síntesis, no habría ninguna energía en
nada. Por eso lo que es luminoso no es oscuro y lo que es oscuro no es
luminoso” (ibíd). Para Azriel, la coincidencia de los opuestos es también una
propiedad de la psique humana; “deberíamos comparar su (Sefirot) naturaleza a
la voluntad del alma, ya que esto es la síntesis de todos los deseos y pensamientos
que provienen de ello. Incluso aunque ellos puedan ser múltiples, su fuente es
una, en tesis o antítesis (ibíd.)”.
La
noción que Dios, el hombre, y el mundo son cada uno de ellos una unidad de los
opuestos (contrarios) es un tema que está presente en varias fuentes kabalísticas,
incluyendo Sefer-Ye- tzirah, Sefer ah-Bahir y la primera Kabala, la
Fuente de la Sabiduría. El Zohar afirma que “El que ‘guarda’ los preceptos de
la Ley y ‘camina’ los caminos de Dios... ‘lo crea’ a Él que está por encima”
(Zohar III, 113a. Sperling y Simon, The Zohar. volumen 5, Pág.153) sugiere una coincidentia oppositorum (coincidencia
de los opuestos o contrarios), entre las idea de que Dios crea al hombre y el
hombre crea a Dios. Chayyim Vital, el gran discípulo del Rabino Isaac Luria,
habló de la luz divina de la creación como una simple hashvaah (la unidad de los opuestos o contrarios), la que es llamada
la Luz del Infinito (Chayyim Vital, Sefer Etz Chayyim; Varsovia, 1891; “Sha’are
ah-Hakdamot”, citado en Elior, R. The
Paradoxical Ascent to God. Pág. 68). Mientras que el escrito
de Vital sugiere la unidad de los opuestos en la divinidad sólo antes de la creación,
un examen minucioso de la mayor parte de los símbolos de Luria expresa una
coincidencia de los opuestos entre ideas que son pensadas para contradecirse
unas a otras en el pensamiento y en el discurso ordinario. Por ejemplo, Luria
sostuvo que el principio divino del cosmos contiene a ambos opuestos: el Ein-sof (sin final o infinitud) y el Ayin (la nada absoluta), aquella
creación es tanto hitpashut
(emanación) como un Tzimtzum (contracción),
que el Ein-sof es a la vez el creador
del mundo y que el mismo es creado y completado a través de Tikkun ah-Olam, los actos espirituales,
éticos de la humanidad y de “restauración del mundo” y, finalmente, que los
Sefirot son tanto los elementos iniciales del cosmos, como sólo totalmente
realizados cuando el cosmos es desplazado y destrozado (vía Sheviratah-Kelim, Breaking of the Vessels).
La
doctrina de la coincidentia oppositorum, alcanza su expresión judía más
completa en la filosofía de Chabad Hasidim, donde esto se convierte en el
principio gobernante tanto para Dios como para el mundo. Para Chabad, todas las
cosas, tanto infinitas como finitas, implican una unidad o la coincidencia de
los opuestos (contrarios). Uno de los pensadores iniciales de Chabad, R. Aaron
Ah-Levi Horowitz de Staroselye (1766-1828), un alumno del primer rabino Chabad-
Lubavitcher, Schnéur Zalman (1745- 1813), sostuvo que “la revelación de algo es
realmente (realizada) por su opuesto”, y que “todas las cosas creadas en el
mundo están escondidas dentro de Su esencia, sea Él bendito, en potencial, en
coincidentia oppositorum... (Elior; “Chabad: The Contemplative Ascent to God”,
p. 163.). Scheneur Zalman, el hijo del Rabino Dov Baer, escribió: “dentro de
cada cosa está su opuesto y también es verdaderamente revelado como su opuesto”.
La coincidencia de los opuestos que caracteriza a Dios, a la humanidad y al
mundo, puede ser aproximadamente entendida por la adopción simultánea de dos
puntos de vista. Como lo señala el fundador del movimiento Schneur Zalman de
Lyadi (1745- 1813): (mirando) de abajo hacia arriba, como aparece a los ojos de
la carne, el mundo tangible parece ser Yesh, una cosa; mientras la
espiritualidad, la que se encuentra arriba, tiene un aspecto de Ayin (nada). Pero
mirando de arriba hacia abajo el mundo tiene un aspecto de Ayin, y todo lo que
está unido hacia abajo y desciende más abajo y más abajo, es cada vez más Ayin
y es considerado como cero, realmente como nada y nulo” (Schneur
Zalman Likutei Torah, Devarim, fol. 83a.; Elior, The Paradoxical Ascent to God,
p. 137-8). Para Chabad, de hecho es simultáneamente
verdadero que Dios es una realidad que crea un mundo ilusorio, y que el mundo,
en particular la humanidad, es una realidad que proporciona actualidad a un
Dios de alguna manera vacío, si no ilusorio. Cuando Azriel sugiere, el Ein-sof
es la más amplia de todas las posibles unidades que simultáneamente abarca cada
uno de estos puntos de vista aparentemente contradictorios.
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En
la vida intelectual y del espíritu, y hasta en la vida diaria de las relaciones
y emociones humanas, con frecuencia llegamos a una coyuntura donde parecemos
creer y de hecho “vivir” dos o más actitudes contradictorias, sentimientos o
ideas. Nuestra tendencia es asumir que un polo de nuestra “contradicción” está
bien y es verdadera, mientras que la otra es equivocada (incluso perversa) y
falsa. El principio Kabalístico de achdut hashvaah nos pide desistir de esta
tendencia polarizadora y ensanchar nuestra inteligencia, el alma y la conciencia
hasta el punto donde podamos contener cada polo de la oposición, y quizás hasta
entender su completa interdependencia.
Aquellos
interesados en la aplicación de la idea de la coincidentia oppositorum, al problema de llegar a un entendimiento
completo de la psique humana, pueden querer leer: S. Drob: Fragmentation In Contemporary Psychology: A
Dialectical Solution (http:// www.newkabbalah.com/ index3.html).
Para reflexiones adicionales sobre la Coincidencia de
los opuestos (Coincidence of Opposites), ver S. Drob: The Coinciden- ce of
Opposites In Jewish Mysti- cism (http://www.newkabba- lah.com/index3 .html).