Ayer.
MONSEÑOR
TISSIER DE MALLERAIS:
“Nos
rehusamos a un acuerdo puramente práctico porque la cuestión doctrinal es
primordial. La fe es antes que la legalidad. No podemos aceptar una legalización sin que el problema de la fe sea
resuelto. (…) Se trata de una nueva
religión que no es la religión católica. Con esta religión, nosotros no queremos ningún compromiso, ningún
riesgo de corrupción, incluso ninguna apariencia de conciliación, y es esta
apariencia la que daría nuestra supuesta “regularización”. (Entrevista
a Rivarol del 1 de junio de 2012).
Hoy:
MONSEÑOR
TISSIER DE MALLERAIS (junto con MONS. FELLAY Y MONS. DE GALARRETA):
“Este amor por la Iglesia explica la
regla que Mons. Lefebvre siempre observó: seguir a la Providencia en todo
momento, sin jamás pretender anticiparla. Entendemos
que así lo hacemos, sea que Roma regrese de modo rápido a la Tradición y a la
fe de siempre – lo que restablecerá el orden en la Iglesia –, sea que se nos reconozca explícitamente el
derecho de profesar de manera íntegra la fe y de rechazar los errores que le
son contrarios, con el derecho y el deber de oponernos públicamente a los
errores y a sus fautores, sean quienes fueren – lo que permitirá un
comienzo de restablecimiento del orden. A la espera, y frente a esta crisis
que continúa sus estragos en la Iglesia, perseveramos en la defensa de la
Tradición católica y nuestra esperanza permanece íntegra, pues sabemos con fe
cierta que “las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt. 16, 18).
(Declaración con ocasión del 25 aniversario de las consagraciones
episcopales, 27 de junio de 2013).