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Eleison Número CCC (300)
13 de
Abril de 2013
DECLARACION DOCTRINAL I
Mons.
Williamson
La Declaración Doctrinal del 15 de Abril del año
pasado, redactada por el Superior General (SG) de la Fraternidad San Pío X como
fundamento para la reintegración de la Fraternidad a la Iglesia oficial, ha
emergido a la vista pública casi un año más tarde. Fue diseñada por el SG para
complacer a ambos, a la Roma Conciliar así como a los Tradicionalistas (“Puede
ser leída con anteojos oscuros o rosados”, dijo él en público). Complació en
verdad a los Romanos que declararon que una tal Declaración Doctrinal
representaba un “avance” en la dirección de ellos. No complació a los
Tradicionalistas que vieron en ella (o en lo que conocían de ella) una ambigüedad
tal que ella representaba una traición a la lucha de Mons. Lefebvre por la Fe
católica, al punto que ellos consideraron que hubiera bastado que los Romanos
la aceptaran, para destruir la Fraternidad del Arzobispo.
De hecho, cuando el SG se reunió con los Romanos el
11 de Junio en Roma para recibir la decisión de ellos, él realmente esperaba
que los Romanos la aceptarían. Numerosos observadores especularon que la razón
por la cual los Romanos no aceptaron la Declaración Doctrinal fue únicamente
porque se interpuso la publicación de la Carta del 7 de Abril de los Tres
Obispos al SG. Esta carta advirtió a los Romanos que el SG no podría acarrear a
toda la Fraternidad con él al seno de la Roma Conciliar de ellos,
contrariamente a lo que él les hubiera podido hacer creer, y tal como ellos
querían que él lo hiciera. Ellos no querían, y no quieren, una nueva división
que permita a la Tradición un nuevo desarrollo.
Sea como fuere, el corto espacio aquí disponible
permite desarrollar solamente un argumento principal: que, de haber sido
aceptada por Roma, la propuesta de la Declaración Doctrinal hubiera destruido a
la FSPX. El Arzobispo Lefebvre declaró y probó que el Vaticano II era un
rompimiento o ruptura con la enseñanza previa de la Iglesia. En esa premisa se
originó y reposa el movimiento Católico Tradicional. Entonces, para enfrentar
la resistencia en marcha de ese movimiento contra su amado Vaticano II,
Benedicto XVI proclamó al estrenar su pontificado en el 2005, la “hermenéutica
de la continuidad”. Con ella, el Concilio contradiciendo (objetivamente) a la
Tradición tenía que ser interpretado (subjetivamente) de tal manera como
para no contradecirla. Así no habría ningún rompimiento o ruptura entre el
Concilio y la Tradición Católica.
Ahora bien, vean el séptimo párrafo (III, 5) de la
Declaración Doctrinal. Declara que las afirmaciones del Vaticano II que sean
difíciles de reconciliar con toda la enseñanza previa de la Iglesia, (1) “deben
ser comprendidas a la luz de la Tradición entera e ininterrumpida, de
acuerdo con las verdades enseñadas por el Magisterio precedente de la Iglesia,
(2) no aceptando ninguna interpretación de esas afirmaciones que pueda
permitir que la doctrina Católica se exponga como si estuviera en oposición o
en ruptura con la Tradición y con ese Magisterio”.
La primer parte aquí (1) es perfectamente verdadera
siempre y cuando signifique que cualquier novedad Conciliar “difícil de
reconciliar” será rechazada de plano si objetivamente contradice la enseñanza
previa de la Iglesia. Pero (1) está directamente contradicho por (2) cuando (2)
dice que ninguna novedad Conciliar puede ser “interpretada” como estando en
ruptura con la Tradición. ¡Es como si uno dijera que todos los equipos de
fútbol deben usar camisetas azules, pero que todas las camisetas de cualquier
otro color deben ser interpretadas como siendo únicamente azules! ¡Qué
insensatez! Pero tal es la pura “hermenéutica de la continuidad”.
Ahora bien, los soldados que defienden la última
fortaleza de la Fe que esté mundialmente organizada, ¿se dan cuenta de lo que
su Comandante está pensando? ¿Se dan cuenta que su solemne declaración de la
doctrina de la FSPX lo muestra pensando como lo haría un líder enemigo? ¿Acaso
están contentos de verse llevados a pensar como los enemigos de la Fe? Todas
las ideas deben ser católicas así que las ideas no-católicas serán
“interpretadas” como siendo católicas. ¡Despierten compañeros! El pensamiento
enemigo está en el Cuartel General.
Kyrie eleison.