El papa empezó con todo su Papado: en su
primer Angelus recomendó a 150.000 personas que lo escuchaban que leyeran un
libro del cardenal hereje Walter Kasper.
Pregunta que se nos ocurre hacer a Monseñor Fellay
y al Padre Bouchacourt: ¿este es el canto del cisne del Concilio Vaticano II,
que tanto anunciaron?