NON
POSSUMUS
Comentario
de Michel de Avec
l'Immaculée:
El
Padre de Cacqueray tiene muy buenas ideas pero no las dice más que en privado.
El prefiere hablar de espiritualidad, mientras que los fieles y los sacerdotes
están angustiados por la Fraternidad…
El
Padre de Cacqueray es un anti-liberal pero permite a Monseñor Fellay propagar
el liberalismo en la Fraternidad sin reaccionar.
El
Padre de Cacqueray está en contra de un acuerdo práctico sin acuerdo doctrinal,
pero promovió activamente el libro del padre Célier Benedicto XVI y los
tradicionalistas.
El
Padre de Cacqueray es un santo sacerdote, pero permitió que el Padre Célier
prosperara en los puestos de influencia, siendo amigo de un masón de larga data
(Jean Luc Maxence) y difundiendo una doctrina muy ambigua sobre el reinado
social de Nuestro Señor Jesucristo en la Carta a nuestros hermanos
sacerdotes.
El
Padre de Cacqueray defiende la verdad pero presenta al mentiroso Monseñor
Fellay como alguien que está muy bien, como muy prudente, que supo rechazar los
acuerdos con Roma porque doctrinalmente es seguro en su Carta a los amigos y
benefactores n° 80.
El
Padre de Cacqueray está de nuestro lado pero persigue a sacerdotes valientes
como el padre Rioult y el Padre Pinaud.
El
Padre de Cacqueray es benevolente pero él persigue sin piedad a los que
defienden la Fraternidad, mientras que hizo prosperar confortablemente a sus
enemigos, como por ejemplo el Padre Célier.
El
Padre de Cacqueray ha sabido mantener « la unidad » del distrito de
Francia pero gracias a esta « unidad », miles de fieles y numerosos
sacerdotes son engañados.
El
Padre de Cacqueray es muy clarividente, pero presentó en La
porte latine, el5 de mayo de 2010 al papa Benedicto XVI como
una víctima que revive la Pasión de Cristo… Al contrario, el Padre Rioult, el
Padre Pinaud y el Padre Salenave son los “peligrosos” agitadores con
comportamiento “revolucionario” por lo que les suprimen todo apostolado y son
impedidos de comunicarse con el exterior.
El
Padre de Cacqueray tiene mucha influencia en la Fraternidad, es uno de los
miembros buenos del Capítulo, es ciertamente uno de los generales de los que
habló Monseñor Tissier de Mallerais. Estábamos listos esperando su señal para
el combate. El Padre Chazal estaba muy presionado… Había que esperar al menos
tres meses, según dijo Monseñor Tissier de Mallerais. Seis meses pasaron…
Sabemos ahora lo que es del general con el que contábamos algunos de nosotros.
Nadie
tuvo el corazón de atacar a un sacerdote tan santo, tan caritativo, que pensaba
tan bien… Guardamos silencio por prudencia mientras fue posible, le concedimos
el beneficio de la duda. Pero ahora se acabó. El Padre de Cacqueray, sean
cuales fueren sus intenciones que quizá son muy buenas y santas, le hace el
juego al enemigo. Allí están los hechos.
Preferiríamos
tener a un padre Rostand a la cabeza del distrito de Francia. Al menos las
cosas serían claras y la reacción hubiera sido más fuerte, la gente hubiera
dudado menos, los padres hubieran reaccionado.
Cuales
fueren sus intenciones, el Padre de Cacqueray ha hecho en Francia más mal que
el Padre Rostand en Estados Unidos ya que con sus hermosos discursos privados
que todos nos repetíamos, hizo creer que luchaba en el interior y muchos le tuvieron
confianza; y de hecho, apoyándose en él, los sacerdotes y los fieles
reaccionaron menos. De hecho, el Padre de Cacqueray no ha hecho nada, salvo
quizá escribir una carta de 17 páginas proclamando ante sus cofrades que el
Capítulo salió mal…
Ha
dicho blanco pero ha actuado negro, lo vemos claramente ahora. No podemos jugar
indefinidamente en dos campos: decirse anti-liberal y actuar favoreciendo a los
liberales y castigando a los buenos elementos.
Su
Carta a los amigos y benefactores n°80
fue demasiado lejos dejando creer a Francia que Monseñor Fellay era fiable.
Su
comunicado sobre los tres sacerdotes contiene una mentira : él afirma que
Monseñor Fellay continúa llevando a la Fraternidad según el espíritu de
Monseñor Lefebvre mientras que la entrevista de CNS del 11 de mayo de 2012, las
seis condiciones catastróficas, la declaración del Capítulo general, las
numerosas mentiras de Monseñor Fellay catalogadas en la carta de los 37, el
texto enviado a Roma revelado por el Padre Pfluger el 5 de junio en San Joseph
des carmes y jamás retractada públicamente ante nosotros, el texto enviado en
2009 para obtener el levantamiento de las excomuniones diciendo que
aceptaríamos el Vaticano II con reservas, la mentira respecto al ultimátum del
22 de febrero presentado como un rumor, etc, muestran bien que Monseñor Fellay
conduce a la Fraternidad en la dirección opuesta a la establecida por Monseñor
Lefebvre a partir de 1988.
El
Padre de Cacqueray puede pensar muy bien, pero él le hace el juego a los
masones, a los liberales, a los conciliares y a todos aquellos que buscan
destruir la Fraternidad.
El
Comunicado del Padre de Cacqueray:
Suresnes,
7 de marzo de 2013
Comunicado
del Superior de Distrito de Francia:
Puntualización
respecto de una carta anónima
Una carta pretendidamente firmada por 37 sacerdotes del distrito de Francia ha sido publicada hace unos días en un sitio anónimo.
Después de habernos tomado el tiempo para hacer verificaciones, estamos en condiciones de afirmar que se trata de una invención.
Si desgraciadamente es cierto que algunos sacerdotes efectivamente utilizaron medios anónimos y gravemente subversivos contra la autoridad de la Fraternidad, hasta querer obtener la dimisión de sus Superiores, no representan más que un pequeño número.
Tres de entre ellos han sido inmediatamente removidos de sus apostolados.
Nosotros expresamos nuestra profunda pena por esta actitud que no se funda en nada objetivo (*). Estos sacerdotes se dejaron llevar por una desconfianza irrazonable contra la autoridad de la Fraternidad mientras que ella no hace sino continuar su papel de mantener y defender la fe en la grave crisis que atraviesa la Iglesia.
En este mes de marzo donde la Fraternidad San Pio X se consagra a san José, ella pone más que nunca su confianza en la ayuda sobrenatural que el patrón de la santa Iglesia jamás ha dejado de obtener.
A pesar de esta prueba, la Fraternidad continúa serenamente su trabajo apostólico con fidelidad a la línea que le ha dado su fundador, Monseñor Lefebvre, para restaurar todo en Cristo.
Padre Régis de Cacqueray, Superior de Distrito de Francia.
(*)Las posiciones inalterables de la Fraternidad han sido recordadas notablemente por Monseñor Fellay en la conferencia que dio en Nantes el primero de marzo pasado y en mi editorial de la Carta a los amigos y benefactores del 3 de marzo.