En este artículo de Andrea
Tornielli en Vatican
Insider se confirma una información de la que previamente habíamos
hablado (aquí y aquí):
la existencia de una carta de «Ecclesia Dei» a la FSSPX/SSPX en la que se les
da la fecha límite de Feb-22-2013 para que respondan al llamado «preámbulo
doctrinal». Tornielli sa basa en la confirmación de la existencia de esa carta hecha
por el P. Claude Barthe en la revista Present.
02/18/2013
Lefebvrianos;
el último tren hacia Roma
Una carta del arzobispo Müller invita a la Fraternidad a responder positivamente antes del 22 de febrero, fiesta de la Cátedra de San Pedro
ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO
El último acto para los Lefebvrianos. La Santa Sede pide a la Fraternidad San Pío X que acepte el acuerdo propuesto por Roma antes del 22 de febrero, fiesta de la Cátedra de San Pedro, es decir antes de la renuncia de Benedicto XVI.
Después de la carta “personal” y
espiritualmente muy elevada que envió el arzobispo estadounidense Augustin Di
Noia a los lefebvrianos en diciembre, una nueva carta (con fecha del 8 de enero
de 2013) llegó a las manos del superior de la Fraternidad, el obispo Bernard
Fellay. No sería correcto presentarla como un verdadero “ultimátum”, pero el
documento, que lleva la firma del arzobispo Gerhard Ludwig Müller (Prefecto de
la Congregación para la Doctrina de la Fe), por primera vez establece un límite
de tiempo para la respuesta de los lefebvrianos. A la luz de la clamorosa
renuncia de Benedicto XVI adquiere un particular dramatismo.
La existencia de la carta fue confirmada por el abad Claude Barthe, intérprete atento de las relaciones entre Roma y el tradicionalismo, en una entrevista que apareció en “Présent” el pasado 16 de febrero: «Todos saben que la Comisión Ecclesia Dei envió una carta al obispo Fellay el 8 de enero y que se espera una respuesta de él antes del 22 de febrero, el día de la fiesta de la Cátedra de San Pedro. Esde día, el 22 de febrero, podría ser la fecha de la constitución de la prelatura San Pío X. Esto representaría la veradera conclusión del Pontificado de Benedicto XVI: la rehabilitación de monseñor Lefebvre». Por lo que el desenlace de esta historia tendrá un peso incluso en el Cónclave.
La existencia de la carta fue confirmada por el abad Claude Barthe, intérprete atento de las relaciones entre Roma y el tradicionalismo, en una entrevista que apareció en “Présent” el pasado 16 de febrero: «Todos saben que la Comisión Ecclesia Dei envió una carta al obispo Fellay el 8 de enero y que se espera una respuesta de él antes del 22 de febrero, el día de la fiesta de la Cátedra de San Pedro. Esde día, el 22 de febrero, podría ser la fecha de la constitución de la prelatura San Pío X. Esto representaría la veradera conclusión del Pontificado de Benedicto XVI: la rehabilitación de monseñor Lefebvre». Por lo que el desenlace de esta historia tendrá un peso incluso en el Cónclave.
Según el abad Barthe, todavía no
termina la partida. Aunque parece objetivamente difícil que los lefebvrianos
acepten suscribir el “preámbulo doctrinal” que les entregó la Santa Sede en
junio del año pasado. Según el periódico francés “La Croix”, en el caso de que
no llegue una respuesta antes del 22 de febrero, Roma se reserva el derecho de
dirigirse a cada uno de los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X, con un
llamado directo, sin pasar por el superior Bernard Fellay, invitándolos a
volver individualmente a la comunión con Roma. Las primeras reacciones del
clero lefebvriano parecen más bien compactas y alineadas con la postura del
superior.
Como se recordará, en junio del año pasado el entonces Prefecto de la Doctrina, el cardenal William Levada, entregó la última versión del “preámbulo doctrinal” con una propuesta para crear la prelatura personal para la Fraternidad.
En ese documento, se pedía a los lefebvrianos que reconocieran que el magisterio es el auténtico intérprete de la Tradición, que el Concilio Vaticano II sigue a la Tradición y que la Misa de la reforma litúrgica post-conciliar promulgada por Pablo VI era no solo válida sino también lícita. El capítulo general de la Fraternidad discutió estas condiciones en julio de 2012, sin llegar a una respuesta definitiva para Roma. Algunos responsables de los lefebvrianos dieron a entender, en declaraciones y entrevistas, que se trataba de condiciones que no aceptarían fácilmente.
¿La renuncia del Papa acelerará los tiempos en esta historia? Es difícil decirlo. Pero una coyuntura tan favorable, con un Pontífice bien dispuesto, no se repetirá fácilmente en el futuro. En caso de una respuesta negativa, la Santa Sede, el nuevo Papa, tendrá que decidir cuáles serán los siguentes pasos.
Como se recordará, en junio del año pasado el entonces Prefecto de la Doctrina, el cardenal William Levada, entregó la última versión del “preámbulo doctrinal” con una propuesta para crear la prelatura personal para la Fraternidad.
En ese documento, se pedía a los lefebvrianos que reconocieran que el magisterio es el auténtico intérprete de la Tradición, que el Concilio Vaticano II sigue a la Tradición y que la Misa de la reforma litúrgica post-conciliar promulgada por Pablo VI era no solo válida sino también lícita. El capítulo general de la Fraternidad discutió estas condiciones en julio de 2012, sin llegar a una respuesta definitiva para Roma. Algunos responsables de los lefebvrianos dieron a entender, en declaraciones y entrevistas, que se trataba de condiciones que no aceptarían fácilmente.
¿La renuncia del Papa acelerará los tiempos en esta historia? Es difícil decirlo. Pero una coyuntura tan favorable, con un Pontífice bien dispuesto, no se repetirá fácilmente en el futuro. En caso de una respuesta negativa, la Santa Sede, el nuevo Papa, tendrá que decidir cuáles serán los siguentes pasos.