Estimados lectores: comparen el tenor de esta carta
de Mons. Lefebvre, escrita en circunstancias semejantes a las que se han
producido por la dimisión del Papa Benedicto XVI, con el comunicado perfectamente
diplomático y "políticamente correcto" ¡"correctísimo"! de
la Neo FSSPX de 11 de febrero (leer acá).
Tomado de NON POSSUMUS
CARTA A LOS AMIGOS Y
BENEFACTORES N° 15
SEPTIEMBRE 1978
FRATERNIDAD
SACERDOTAL SAN PIO X
Estimados Amigos y Benefactores,
Desde nuestra última carta, se han
producido acontecimientos notables en la Iglesia: la muerte de Paulo VI y la
elección de Juan Pablo I. Ciertamente, estos acontecimientos están lejos de
dejarnos indiferentes, pues nuestro deseo de ver a la Iglesia liberada de los
modernistas y progresistas que la ocupan es muy grande. Desde hace casi 20 años
nosotros le pedimos a Dios dar a su Iglesia verdaderos apóstoles animados de la
fe católica que le han procurado sus Mártires, sus Confesores, sus Doctores,
sus Vírgenes y todos los Santos y Santas que ilustran su historia y prueban la
fecundidad de su doctrina, de su Sacrificio, de sus Sacramentos.
Nosotros temblamos al pensar que esta
infiltración del modernismo, es decir, del naturalismo en la Iglesia pueda
continuar. Las consecuencias de este verdadero cáncer son las más graves que la
Iglesia haya podido sufrir en el curso de su historia, siendo: la corrupción de
la fe católica en numerosos obispos y un gran número de sacerdotes, en
religiosos y religiosas. Estos clérigos razonan como modernistas y
protestantes: prueba de ello es el libro que acaba de aparecer bajo el título
“Obispos expresan la fe de la Iglesia católica”. Las nociones de gracia
santificante, del pecado original y sus consecuencias, del pecado mortal, del
Sacrificio expiatorio y satisfactorio de Nuestro Señor continuado en los
altares, todos están corrompidos.
Encontramos también en la Iglesia,
todos los errores del liberalismo, del americanismo, del Sillonismo y del
modernismo condenados por los Soberanos Pontífices. Agreguen a esto la teología
de la liberación, que es una interpretación marxista del Evangelio,
interpretación sacrílega y ultrajante para Nuestro Señor, y entonces no nos
sorprendamos que la paciencia de Dios nos anuncie sus límites. Todo parece
estar colapsando alrededor de nosotros, porque se ha abandonado a Aquél que es
el fundamento de todas las cosas, que es la Verdad, el Camino y la Vida:
Nuestro Salvador bien amado, Nuestro Señor Jesucristo.
Es también en razón de estas
constataciones que queremos permanecer aún más fieles a Nuestro Señor, a su
Reino, a su Cruz, a su Sacrificio, a sus Sacramentos, a su enseñanza fielmente
transmitida por los Sucesores de Pedro durante casi 20 siglos.
Pidamos a San Pio X que guíe los pasos
de Juan Pablo I. Que la Virgen María, tan celosa de la integridad de la fe como
sensible a todo lo que traiciona a su Divino Hijo, venga al socorro de su
Iglesia.
Este material lo tomamos de AQUI.
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