Contra
la insistencia increíble de algunos tradiliberales que ponen sobre la mesa las
conjeturas absurdas que “ven tras la
renuncia una cuidada estrategia ajedrecística para asegurar
la continuidad de “la misma línea”, pero en manos de un joven y vigoroso
timonel” (al decir de Antonio Caponnetto) y que “aun así, y si fuera cierta esta maniobra sucesoria tramada con un
puñado de seguidores, el Santo Padre no puede ignorar que su retiro desata
entonces algunos de los demonios de la democratización de la Iglesia,
convirtiendo un sitial tradicionalmente monárquico en un puesto sujeto al voto
arreglado. Una especie de fraude
patriótico, reemplazando los
atrios de Balvanera o Pompeya por los corrillos de Roma, de donde nunca se dijo
que el humo de Satán se retirara. No queremos que suba Pío XIII por haber
ganado las internas, tras estudiada táctica de Ratzinger.
Queremos que El Espíritu Santo impere, sane, salve y vivifique” (Idem), y
conociendo la habilidad del pseudorestaurador que siempre ha sido el Cardenal Ratzinger,
astuto destructor de la Tradición católica, autodenominado “progresista
moderado”, creemos que su abdicación -obedezca a presiones insostenibles o sea
motu proprio- es un acto decididamente revolucionario. Su fin y consecuencia es
reducir la autoridad papal aún más, convirtiendo al Vicario de Cristo en una
especie de monarca que “reina pero no gobierna” (a la manera de los reyes de la
modernidad), siendo el asesor del colegio cardenalicio (o inclusive recibiendo el asesoramiento del ex-papa Benedicto) que democráticamente
tomaría las decisiones tendientes a terminar de desmantelar la Iglesia católica
para travestirla en la Iglesia sincrética del Nuevo Orden Mundial. A no otra cosa apuntan las presiones ahora
ejercidas por cardenales y obispos, por gobiernos y los mass media. Los vítores
y aplausos recibidos agradecen el gesto de hacerse a un lado para demostrar de
esa forma que el Papa ya no quiere hacerse cargo de tan pesada cruz. Si Cristo
Nuestro señor dijo “sobre esta piedra (Cefas-Pedro) edificaré mi Iglesia” hoy
lo que se busca es apartar esa piedra porque la Nueva Iglesia de la iniquidad
no debe ser de Cristo ni fundarse en su piedra. Porque, más allá de los Papas,
el enemigo es el Papado, y a él apunta esta medida…del propio Papa abdicante. Quo vadis, Benedicto?
Ratzinger podrá
seguir llamándose Benedicto XVI tras su renuncia
Religión
Digital
Joseph
Ratzinger podría mantener el título de Benedicto XVI una vez que se haga
efectiva su renuncia, según apuntó este mediodía el portavoz de la Santa Sede,
Federico Lombardi quien añadió que seguirá siendo obispo y que se está
estudiando si continuará o no siendo cardenal. El primero es un sacramento
mientras que lo segundo es un título jurídico.
Del mismo modo, el jesuita ha apuntado que todavía no se conoce si el actual pontífice estará presente o ausente en la ceremonia del que será su sucesor. Lo que sí se sabe es que su actual secretario, Georg Gaenswein, le acompañará en su retiro en el monasterio vaticano, junto a cuatro laicas consagradas del movimiento "Memores Domini".
Por otro lado, ha recordado que los cardenales que lleguen a Roma para el próximo Cónclave no podrán residir en la Casa de Santa Marta hasta el próximo 1 de marzo, cuando ya se haya hecho efectiva la renuncia. En el "precónclave" participarán los dos purpurados que cumplen 85 años.
Lombardi ha puntualizado que la fecha de este cónclave será anunciada durante la Sede Vacante -la norma establece que sea entre 15 y 20 días después- y que la determinará el decano del Colegio cardenalicio, el Camarlengo y algunos miembros de las congregaciones generales.
Mientras, ha especificado que Benedicto XVI no decide ni sugiere cuando será el cónclave porque queda fuera de su jurisdicción. Otro de los puntos que aún se desconocen es quiénes se ocuparán de la seguridad de Benedicto XVI después del 28 de febrero, aunque ha apuntado que cuando viva en el Vaticano seguramente serán los encargados de la seguridad de las autoridades en el Vaticano que son la Gendarmería Vaticana y los Guardias Suizos, pero que posteriormente se precisará.
Lo que sí ha precisado este jueves el portavoz vaticano es que el secretario personal del Papa, monseñor Georg Gänswein, acompañará a Benedicto XVI cuando se traslade a Castel Gandolfo, el próximo 28 de febrero a las 17.00 horas en helicóptero y también cuando se mude a su nueva residencia, un antiguo monasterio de clausura dentro del Vaticano, una vez concluyan las obras de rehabilitación.
En este sentido, ha especificado que, en todo caso, Gänswein mantendrá el cargo de prefecto de la Casa Pontifica al iniciar la sede vacante y durante el Cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI desenvolverá las funciones de prefecto de la casa pontificia.
Igualmente, acompañará al Pontífice en sus nuevas residencias las cuatro laicas italianas consagradas ''Memores Domini'' que forman parte de la familia pontificia y que han estado atendiéndole durante su Pontificado. Por otro lado, el padre Lombardi ha destacado la "lucidez y serenidad" que ha demostrado el Papa durante su encuentro con el clero de Roma este jueves, en la que ha sido su despedida personal de los sacerdotes de Roma por parte de su obispo.
Además, ha calificado su discurso de "pieza histórica", que enriquece lo que había escrito en un prefacio de un número especial dedicado al 50 aniversario del Concilio de L'Osservatore Romano. Igualmente, la sonrisa con la cual el Papa concluyó la celebración en la Basílica de San Pedro en el miércoles de ceniza.
Por otra parte, el padre Lombardi ha confirmado que durante el viaje en México en marzo de 2012, el Papa sufrió una caída, aunque ha remarcado que este episodio no ha sido el motivo para la decisión de la renuncia ni ha sido relevante para el desarrollo del viaje.(RD/Ep)
Del mismo modo, el jesuita ha apuntado que todavía no se conoce si el actual pontífice estará presente o ausente en la ceremonia del que será su sucesor. Lo que sí se sabe es que su actual secretario, Georg Gaenswein, le acompañará en su retiro en el monasterio vaticano, junto a cuatro laicas consagradas del movimiento "Memores Domini".
Por otro lado, ha recordado que los cardenales que lleguen a Roma para el próximo Cónclave no podrán residir en la Casa de Santa Marta hasta el próximo 1 de marzo, cuando ya se haya hecho efectiva la renuncia. En el "precónclave" participarán los dos purpurados que cumplen 85 años.
Lombardi ha puntualizado que la fecha de este cónclave será anunciada durante la Sede Vacante -la norma establece que sea entre 15 y 20 días después- y que la determinará el decano del Colegio cardenalicio, el Camarlengo y algunos miembros de las congregaciones generales.
Mientras, ha especificado que Benedicto XVI no decide ni sugiere cuando será el cónclave porque queda fuera de su jurisdicción. Otro de los puntos que aún se desconocen es quiénes se ocuparán de la seguridad de Benedicto XVI después del 28 de febrero, aunque ha apuntado que cuando viva en el Vaticano seguramente serán los encargados de la seguridad de las autoridades en el Vaticano que son la Gendarmería Vaticana y los Guardias Suizos, pero que posteriormente se precisará.
Lo que sí ha precisado este jueves el portavoz vaticano es que el secretario personal del Papa, monseñor Georg Gänswein, acompañará a Benedicto XVI cuando se traslade a Castel Gandolfo, el próximo 28 de febrero a las 17.00 horas en helicóptero y también cuando se mude a su nueva residencia, un antiguo monasterio de clausura dentro del Vaticano, una vez concluyan las obras de rehabilitación.
En este sentido, ha especificado que, en todo caso, Gänswein mantendrá el cargo de prefecto de la Casa Pontifica al iniciar la sede vacante y durante el Cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI desenvolverá las funciones de prefecto de la casa pontificia.
Igualmente, acompañará al Pontífice en sus nuevas residencias las cuatro laicas italianas consagradas ''Memores Domini'' que forman parte de la familia pontificia y que han estado atendiéndole durante su Pontificado. Por otro lado, el padre Lombardi ha destacado la "lucidez y serenidad" que ha demostrado el Papa durante su encuentro con el clero de Roma este jueves, en la que ha sido su despedida personal de los sacerdotes de Roma por parte de su obispo.
Además, ha calificado su discurso de "pieza histórica", que enriquece lo que había escrito en un prefacio de un número especial dedicado al 50 aniversario del Concilio de L'Osservatore Romano. Igualmente, la sonrisa con la cual el Papa concluyó la celebración en la Basílica de San Pedro en el miércoles de ceniza.
Por otra parte, el padre Lombardi ha confirmado que durante el viaje en México en marzo de 2012, el Papa sufrió una caída, aunque ha remarcado que este episodio no ha sido el motivo para la decisión de la renuncia ni ha sido relevante para el desarrollo del viaje.(RD/Ep)
02/15/2013
Algunos
teólogos definen el perfil de nuevo Papa
Un
documento aprobado por más de 2 mil personas de todo el mundo traza el
“identikit” del sucesor de Ratzinger: «No importa la proveniencia, con tal que
no se “curialice”»
Vatican
Insider
GIACOMO
GALEAZZI
CIUDAD DEL VATICANO
CIUDAD DEL VATICANO
Proyecto de reforma de la Iglesia. ¿Cómo debe ser el nuevo Papa? Lo indica un
documento de varios teólogos que, hasta ahora, ha recibido la aprobación de 2
mil personas en todo el mundo. Los primeros que lo aprobaron son algunos de los
nombres más famosos de la teología: Paul Knitter, monseñor Calsaldáliga, Hans
Küng, Leonardo Boff, Peter Phan, Paul Collins. En contra de la «estación
actual», se pide que el próximo Pontífice logre vencer las resistencias de
algunos sectores de la jerarquía eclesiástica que impiden que se lleve a cabo
profundamente el Concilio Vaticano II. «El papel del papado necesita una clara
redefinición en línea con las intenciones de Cristo. Como supremo pastor,
elemento unificante y principal testimonio de fe, el Papa contribuye de manera
esencial al bien de la Iglesia universal –escriben los teólogos. Pero su
autoridad no debería oscurecer nunca, disminuir o suprimir la auténtica
autoridad que Cristo ha dado directamente a todos los miembros del pueblo de
Dios».
Además, «los
obispos son vicarios de Cristo y no vicarios del Papa. Ellos tienen la directa
responsabilidad del pueblo de sus diócesis, y una compartida responsabilidad
con los demás obispos y con el Papa, en el ámbito de la universal comunidad de
fe».
El sínodo
central de los obispos, se lee en el documento, «debería asumir un papel más
decisivo al planificar y guiar el mantenimiento y el crecimiento de fe en
nuestro mundo tan complejo». El Concilio Vaticano II «ha prescrito la
colegialidad y la corresponsabilidad en todos los niveles. Esto nunca ha sido
puesto en práctica. Los diferentes organismos presbiteriales y los consejos
pastorales, previstos por el Concilio, deberían involucrar a los fieles de
forma más directa en las decisiones relacionadas con la formulación de la
doctrina, el ejercicio del ministerio pastoral y la evangelización en el ámbito
de la sociedad secular». Por ello, el abuso de poner en puestos de guía en la
Iglesia solo a «candidatos de una determinada mentalidad es una decisión que
debería ser arrancada. En su lugar, se deberían formular y monitorear nuevas
normas que garanticen que las elecciones a estos puestos sean conducidas
correcta, transparentemente y de la forma más democrática posible».
También se lee
que «la Curia romana necesita una reforma más radical, en línea con las
instrucciones y la visión del Vaticano II. La Curia debería limitarse a sus
útiles labores administrativas y ejecutivas». La Congregación para la Doctrina
de la Fe debería recibir la ayuda y los consejos de comisiones internacionales
de expertos, elegidos independientemente y según sus competencias
profesionales. «El ejercicio de la autoridad en nuestra Iglesia debería emular
los estándares de apertura, responsabilidad y democracia que ha alcanzado la
sociedad moderna. El liderazgo debería ser correcto y creíble; inspirado por la
humildad y el servicio; con una preocupación transparente por el pueblo, en
lugar de preocuparse por las reglas y la disciplina; irradiar a Cristo, que nos
hace libres; escuchar el Espíritu de Cristo, que habla y actúa a través de
todos y de cada uno».
No todos estos
cambios son necesarios, indica el documento: «nos damos cuenta de que poner en
práctica estas revisiones estructurales requiere una elaboración detallada en
línea con las posibilidades y con las limitaciones de las circunstancias
presentes y futuras. Pero subrayamos que las reformas, aquí sintetizadas, son
urgentes y que su puesta en práctica debería partir inmediatamente». Al margen
del documento, Hans Kung indica que «no importa la provenciencia geográfica del
próximo Pontífice». Por lo que lo que verdaderamente cuenta es que «no termine
por “romanizarse” o “curializarse”. Ratzinger no era Romano, pero al final fue
más romano que los romanos de la Curia. Si un Papa alemán o de color termina
integrándose en el sistema de la Curia, su origen no sirve».