Mons. Williamson
LUZ AMARILLA
No todos ustedes, lectores de los
“Comentarios Eleison” se toparon con la admirable carta de hace dos meses
escrita por el padre Ronald Ringrose al Superior de Distrito de los Estados
Unidos de la Fraternidad San Pio X, el padre Arnauld Rostand. El Padre Ringrose
ha sido durante más de 30 años el pastor independiente de la parroquia
Tradicional de San Atanasio justo fuera de Washington D.C. y durante todo ese
tiempo él ha sido un amigo fiel, sin ser un miembro, de la FSSPX. Sin embargo,
en Junio del año pasado el alojó en su parroquia la primera junta en los
Estados Unidos del núcleo de Sacerdotes que ahora forman la Resistencia por ese
cambio de dirección de la Fraternidad, el cual ha estado latente desde hace
mucho pero que se hizo claro a todos durante la primavera del año pasado. Como
ejecutivo fiel de Monseñor Fellay en los Estados Unidos, el Padre Rostand le
escribió para proponerle una junta donde persuadiría al Padre Ringrose que el
cambio no era cambio. Esta es la respuesta del Padre Ringrose:-
“Muchas
gracias por su carta del 12 de octubre en la cual me ofrece reunirnos para discutir la situación en la Fraternidad
San Pio X. Si bien es una oferta muy amable de su parte, lo cual aprecio mucho,
no creo que tal reunión servirá para ningún propósito significativo, ya que los
problemas se originan desde los más altos puestos de la Fraternidad y usted no
está en posición de cambiar eso.
Es
verdad que yo he sido un fuerte partidario de la Fraternidad por muchos años.
Este apoyo se basaba en el hecho de que mi misión como sacerdote y la misión de
la Fraternidad eran uno y el mismo, ayudar a las almas a sostener su fe
Católica durante este tiempo en que parecen haber sido abandonados por la Roma
pos-Vaticano II.
Ahora
debo de ser más cauteloso y reservado en ese apoyo. Estoy alarmado que el
Superior General pudo decir que el 95% del Vaticano II es aceptable. Estoy
atónito que los dirigentes de la Fraternidad respondieron a tres de los obispos
de la Fraternidad sugiriéndoles que están haciendo de los errores del Vaticano
II una “súper-herejía”. Estoy decepcionado que la respuesta de la Fraternidad a
Asís III haya sido tan débil y anémica. Estoy entristecido por los injustos
castigos impuestos por la Fraternidad a los sacerdotes que están siguiendo el
ejemplo de Monseñor Lefebvre, estoy indignado por el trato que le han dado a
Monseñor Williamson –no solamente por su reciente expulsión, sino por el trato
mezquino que ha sufrido durante los últimos años.
Antes
de este año, cuando algún fiel me preguntaba acerca de la Fraternidad, yo
siempre le daba a la Fraternidad la luz verde. Dadas las recientes acciones de
la Fraternidad, ya no doy la luz verde, doy la luz amarilla de precaución. La
luz roja vendrá cuando la Fraternidad se permita ser absorbida por la iglesia
conciliar a la que tan vigorosamente resistió Monseñor Lefebvre.
Es
con una gran tristeza que escribo estas palabras. Hay muchos buenos, celosos y
fieles sacerdotes dentro de las filas de la Fraternidad. A muchos de ellos los
conozco personalmente y los admiro. Muchas almas dependen de ellos. Es por amor
a la Fraternidad que temo por su futuro. Temo que está en un camino suicida.
Los dirigentes podrían pensar que el acuerdo ya no está sobre la mesa, pero me
temo que eso no es lo que Roma piensa.
Rezo
para que la Fraternidad regrese a la misión que le dio Monseñor Lefebvre sin
compromisos ni evasivas. Cuando lo haga, tendrá mi apoyo sin reservas”.
Y el padre Ringrose concluye con
saludos fraternales. El es verdaderamente un modelo de lucidez y cortesía,
firmeza y caridad. ¡Larga vida al Padre Ringrose para que mantenga el
incomparable bastión del Catolicismo justo al lado de la ciudad capital de los
Estados Unidos!
Kyrie eleison.