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domingo, 1 de octubre de 2017

COMENTARIOS ELEISON - VERDAD HISTÓRICA - II




Número DXXXII (532)
23 de septiembre de 2017

Verdad Histórica – II

Mons. Williamson






La verdad es el fruto de la libertad, ¿no es así?
Más bien, dijo Nuestro Señor, la libertad es fruto de la verdad.

Como los “Comentarios” de la semana pasada le recordaron a los lectores, es la misma Escritura que nos dice que el Anticristo vendrá, porque los hombres carecieron de amor a la verdad (II Tesalonicenses II, 10). Dios es la verdad (Juan XIV, 6), así que cuando los hombres se alejan de Dios, ellos se abren a las mentiras. Pero Satanás es el padre de la mentira (Juan VIII, 44), y así, acoger la mentira es dar la bienvenida a Satanás y finalmente a su Anticristo, el peor de todos los enemigos de Cristo. Por lo tanto, pensar que la escena política moderna llena de mentiras no es un problema religioso porque la política y la religión no tienen nada que ver una con otra, es tener una visión muy defectuosa de la religión. El amor a la verdad importa en todas las áreas de la vida. “La verdad os hará libres”, dice Nuestro Señor (Juan VIII, 32). Efectivamente – hoy una masa de gente está esclavizada por las mentiras de los viles medios de comunicación, y ellos son viles precisamente porque mienten, grave y sistemáticamente.

El ejemplo de la semana pasada sobre una falsedad monstruosa ampliamente aceptada vino de Francia, aunque esa falsedad prevalece en todo el mundo. La falsedad monstruosa de esta semana viene de los Estados Unidos. Sin duda muchos de los lectores de estos “Comentarios” saben que la historia real del 11-s no es en absoluto lo que la han hecho aparecer, pero aún demasiadas mentes están deformadas porque no quisieron conocer la verdad. Como resultado, toda su percepción del curso de los acontecimientos en el siglo 21 permanece distorsionada, fuera de la verdad de lo que se hizo aparecer como un ataque “terrorista” en 2001 en las Torres Gemelas y el Pentágono. Como la monstruosa falsedad de la semana pasada, solo unas pocas horas en Internet les daría la evidencia que necesitan para conocer la verdad, pero “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, dice el proverbio.

Un americano gran amante de la verdad, Paul Craig Roberts, dice en su artículo del 8 de junio “La Catástrofe Americana”, cuán frustrante es para él insistir a sus compatriotas sobre la verdadera narrativa de los acontecimientos, solo para que le contesten, “Si fue una conspiración, alguien hubiera hablado”. Sí, por supuesto, contesta, pero no tiene absolutamente ningún efecto si ellos hablan. Él cita el ataque de Israel de 1967 contra el buque de la Armada Americana, Liberty, totalmente expuesto desde entonces por altos oficiales y funcionarios estadounidenses, pero aun oficialmente encubierto. Él cita los asesinatos políticos de John y Robert Kennedy en los años ‘60, ambos aun oficialmente encubiertos a pesar de la evidencia clara, y luego se refiere al 11-s:

En cuanto al 11-s, más de cien socorristas (bomberos y policías) y personal de mantenimiento del World Trade Center que estuvieron en las Torres Gemelas testificaron que escucharon y experimentaron múltiples explosiones dentro de las torres antes de apenas escapar con sus vidas. Personal de mantenimiento han testificado que las primeras explosiones fueron en el sub sótano antes de que el avión chocara con la torre. Expertos en demoliciones testificaron que los edificios fueron sin duda alguna derrumbados por demolición controlada. Tres mil arquitectos e ingenieros dijeron que la historia oficial es imposible. Científicos independientes publicaron sus hallazgos de que los residuos de las torres contienen nano-termita reactiva y no reactiva. Pero toda esta charla no tiene efecto en el encubrimiento oficial. Los expertos son descartados como “teóricos conspiracionistas”, un término que introdujo la CIA al discurso político para desacreditar a aquellos que expusieron el encubrimiento del asesinato del Presidente Kennedy.

Esta “catástrofe americana” de gente en gran medida desinteresada en la evidencia o la verdad, ahora está dirigiéndonos directamente a la III Guerra Mundial, porque el público americano está aceptando creer que Rusia interfirió en la elección americana el año pasado, que Rusia quiere atacar a sus vecinos, que Putin es otro Hitler – todas mentiras. Paul Craig Roberts está en virtual desesperación ante esta falta de amor por la verdad. Todos nosotros pagaremos la cuenta.

Kyrie eleison.