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lunes, 24 de julio de 2017

MONS. SCHNEIDER HABLA SOBRE EL VATICANO II Y LA FSSPX









Entre liberales se apoyan. El sitio "Adelante la Fe" -que es liberal moderado- publica hoy un texto blandengue de Mons. Schneider -uno de los Obispos liberales más moderados del mundo- acerca del concilio Vaticano II y la FSSPX. Su pensamiento coincide en gran medida con las ideas que Mons. Fellay ha manifestado en distintas ocasiones, en los últimos años, acerca del fatídico concilio, el mayor y más eficaz engaño, la trampa más mortífera, y el peor desastre de la historia humana después del pecado original y del deicidio.

¿Acaso juzgamos con excesiva severidad a Mons. Schneider y a "Adelante la Fe"? Dejemos responder a Mons. Lefebvre: Quizá alguien me diga: “¡Usted exagera! Cada vez hay más obispos buenos que rezan, que tienen fe, que son edificantes... [como Mons. Schneider o los cuatro cardenales de las dubia]”. Aunque fuesen santos, desde el momento en que aceptan la falsa libertad religiosa, y por consiguiente el Estado laico, el falso ecumenismo (y con ello la existencia de varias vías de salvación), la reforma litúrgica (y con ello la negación práctica del sacrificio de la Misa), los nuevos catecismos con todos sus errores y herejías; contribuyen oficialmente a la revolución en la Iglesia y a su destrucción ("Itinerario Espiritual", Prólogo). 

Algunas citas notables del artículo de Mons. Schneider:

Por lo que respecta a nuestra actitud con relación al Concilio Vaticano Segundo, hay que evitar dos extremos: rechazarlo totalmente, como hacen los sedevacantistas y un sector de la FSSPX, o atribuir un carácter infalible a todo lo que dijo el Concilio.

... un sector numeroso de la nomenclatura teológica y administrativa de la Iglesia lleva medio siglo promoviendo cuestiones doctrinales, pastorales y litúrgicas ambiguas, distorsionando con ello la intención original del Concilio o abusando de afirmaciones doctrinales ambiguas o poco claras con miras a crear una iglesia diferente, de tipo relativista o protestante. Hoy en día asistimos a la culminación de este proceso.

Hay que ver y aceptar el Concilio Vaticano II como tenía por objeto ser y como lo que fue en realidad: un concilio ante todo pastoral. Es decir, que la intención de dicho concilio no era proponer nuevas doctrinas ni hacerlo de forma definitiva. La mayor parte de sus afirmaciones confirmaban la doctrina tradicional y perenne de la Iglesia.

Una FSSPX canónica y plenamente integrada en la vida de la Iglesia podría hacer un aporte muy valioso a dicho debate, como deseaba también el arzobispo Marcel Lefebvre. La presencia canónica plena de la FSSPX en la vida de la Iglesia actual contribuiría también a suscitar un clima general de debate constructivo a fin de que lo que siempre creyeron todos los católicos en todas partes durante dos mil años se crea de un modo más claro y seguro también en nuestros tiempos, realizando así la verdadera intención pastoral de los padres del Concilio Vaticano Segundo.


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