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jueves, 28 de enero de 2016

DOM TOMÁS DE AQUINO OSB: EN DEFENSA DE MONSEÑOR WILLIAMSON (I)








Mons. Williamson escribió en su Comentario Eleison 438: "Si la evidencia en favor de los milagros eucarísticos que habrían tenido lugar en la Iglesia Novus Ordo es tan seria como parece, se sigue que los Católicos deben conformar sus mentes a la mente de Dios y no al revés”.

Muchos atacaron a Mons. Williamson por causa de estos comentarios sobre el posible milagro eucarístico ocurrido en Buenos Aires. Entre los argumentos utilizados retengo los siguientes:

1- Fuera de la Iglesia no puede haber milagros. La Iglesia conciliar no es la Iglesia católica. Luego, no hubo milagro en Buenos Aires.

2- Nadie actúa sin un fin. Un milagro en la Nueva Misa no podría tener otro propósito que el de inducir a los fieles a asistir a la Nueva Misa. Luego, no hubo milagro en Buenos Aires.

3- El milagro es la firma de Dios. Dios no puede confirmar una herejía. La Misa Nueva favorece la herejía. Luego, no hubo milagro en Buenos Aires.

Veamos cada uno de esos argumentos.

1- El primero simplifica demasiado la cuestión, y simplificándola confunde dos cuestiones. Una es saber si puede o no haber milagros fuera de la Iglesia. La otra es saber si la Iglesia conciliar es totalmente ajena a la Iglesia católica o no.

A la primera cuestión debe responderse, con Santo Tomás, que sí. Puede haber milagros “fuera de la Iglesia” bajo ciertas condiciones. Véanse los artículos del Prof. Carlos Nougué a este respecto [ver los links al final. NP]. Lo que Dios no hace es confirmar el error o el vicio con un milagro, pero Él puede confirmar una verdad o una virtud con un milagro, y esto incluso entre los paganos. Si algún bien fue realizado entre los paganos, estos bienes fueron realizados por inspiración o acción de Dios (cf. De Potentia, cuestión VI, artículo V, ad 5um). En el mismo artículo, Santo Tomás dice que es posible que Dios haya hecho un milagro para dar fe de la castidad de una virgen pagana. Puede mencionarse también el milagro de la mula de Balaam que habló claramente, como se lee en las Sagradas Escrituras. Balaam era un mago pagano. La mula habló porque Dios quería advertirle que no llevara adelante su intento de maldecir a los judíos (Núm. XXII).


A la segunda pregunta debe responderse que las autoridades de la iglesia conciliar constituyen una secta modernista, la cual, ocupando los puestos claves en la Iglesia, la mantienen cautiva. No se puede decir de manera absoluta ni que la iglesia conciliar sea la Iglesia católica, ni que no lo sea. Por la doctrina modernista y la intención de destruir la Iglesia católica ella no lo es, evidentemente; pero por el hecho de tener en su poder una jurisdicción que pertenece a la Iglesia católica, ella tiene algo de católico en su poder. Si el Papa actual se convirtiera, él ejercería católicamente un poder que hoy ejerce de modo modernista.

Esta me parece haber sido la posición que Mons. Lefebvre siempre tuvo.

2- Nadie actúa sin un fin. Pero ¿qué fin podría tener Dios haciendo un milagro en la misa nueva?

Mons. Faure ya respondió a esta pregunta. Si Nuestro Señor está presente en la hostia consagrada en una Misa Nueva, con el agravante de que esta hostia ha sido profanada, no parece absurdo que Dios haga un milagro para indicar la gravedad de esta profanación.

Pero, dirán algunos, Mons. Williamson citó también un supuesto milagro ocurrido en Polonia. El mismo raciocinio se impone. Donde hay presencia real puede haber milagros sin faltar a la verdad.

¿Pero no sería eso aprobar la Misa Nueva?

No, así como no es aprobar el paganismo el demostrar, a través de un milagro, la inocencia de una virgen pagana.

3- El milagro es una firma de Dios y Dios no puede confirmar una herejía. Pero este milagro, si hubo milagro, no es una confirmación del nuevo rito de la misa, pero sí de la presencia real. El sacramento recibido en la iglesia conciliar puede ser verdadero y la doctrina que lo acompaña puede ser falsa. Pero se trata de dos cosas distintas. Una no anula la otra. Confirmar uno, incluso con un milagro, no es confirmar lo otro; como probar la inocencia de una virgen pagana no es aprobar el paganismo.

Los argumentos presentados no me parecen concluyentes. Sea como fuere, ellos no pueden servir para desacreditar a Mons. Williamson, que sigue siendo un Obispo que se opone a la política suicida de los acuerdistas y que consagró a Mons. Faure, ordenó sacerdotes para la Resistencia, confirmó innumerables fieles; dando así a todos la esperanza de continuar el buen combate de Mons. Lefebvre, que no es otro que el buen combate de la Santa Iglesia una, católica, apostólica y romana y, como dijo San Pio X, perseguida.

Hno. Tomás de Aquino O.S.B


TEXTO ORIGINAL EN PORTUGUÉS:

Dom Williamson escreveu no seu Comentário Eleison 438: “Se a evidência dos milagres ocorridos dentro da Igreja do Novus Ordo é tão séria quanto parece, então os católicos têm de conformar suas mentes à mente de Deus, e não o inverso.”

Muitos atacaram Dom Williamson por causa destes comentários a respeito do possível milagre eucarístico ocorrido em Buenos Aires. Entre os argumentos utilizados retenho os seguintes:

1- Fora da Igreja não pode haver milagres. A Igreja conciliar não é a Igreja católica. Logo não houve milagre em Buenos Aires.

2- Ninguém age sem um fim. Um milagre na Missa Nova não poderia ter outro fim senão induzir os fiéis a assistir à Missa Nova. Logo, não houve milagre em Buenos Aires.

3- O milagre é a assinatura de Deus. Deus não pode assinar uma heresia. A Missa Nova favorece a heresia. Logo, não houve milagre em Buenos Aires.

Vejamos cada um desses argumentos.

1- O primeiro simplifica em demasia a questão e simplificando-a confunde duas questões. Uma é a de saber se pode ou não haver milagres fora da Igreja. A outra é a de saber se a Igreja conciliar é totalmente alheia à Igreja católica ou não.

À primeira questão deve-se responder com santo Tomás que sim. Pode haver milagres “fora da Igreja” dentro de certas condições. Veja-se os artigos do Prof. Carlos Nougué a esse respeito 
[veja os links no final. NP]. O que Deus não faz é confirmar o erro ou o vício com um milagre, mas ele pode confirmar a verdade ou a virtude com um milagre, e isto mesmo entre os pagãos. Se alguns bens foram realizados entre os pagãos, estes bens foram realizados por inspiração ou ação de Deus (cf. De Potentia, questão VI, artigo V, ad 5um). No mesmo artigo Santo Tomás diz ser possível que Deus tenha feito um milagre para atestar a castidade de uma virgem pagã. Pode-se lembrar também o milagre da mula de Balaão que falou distintamente, como se lê nas Sagradas Escrituras. Ora, Balaão era um mago pagão. A mula falou porque Deus queria adverti-lo de que não levasse adiante seu intento de amaldiçoar os judeus (Num XXII).

À segunda pergunta deve-se responder que as autoridades da Igreja conciliar constituem uma seita modernista que, ocupando os postos-chave da Igreja, a mantêm cativa. Não se pode dizer de maneira absoluta que a Igreja conciliar seja a Igreja católica, nem que não o seja. Pela doutrina modernista e pela intenção de destruir a Igreja católica, ela não o é, evidentemente; mas pelo fato de deter em seu poder uma jurisdição que pertence à Igreja católica ela tem algo de católico em seu poder. Se o Papa atual se convertesse, exerceria catolicamente um poder que hoje ele exerce modernisticamente.

Esta parece-me ter sido a posição que Dom Lefebvre sempre adotou.

2- Ninguém age sem um fim. Mas que fim Deus poderia ter fazendo um milagre na Missa Nova?

Dom Faure já respondeu a esta pergunta. Se Nosso Senhor está presente na hóstia consagrada numa Missa Nova com o agravante de esta hóstia ter sido profanada, não parece absurdo que Deus faça um milagre para indicar a gravidade desta profanação.

Mas, dirão alguns, Dom Williamson citou também um suposto milagre ocorrido na Polônia. O mesmo raciocínio se impõe. Onde há presença real, pode haver milagre sem se faltar à verdade.

Mas não seria isso aprovar a Missa Nova?

Não, assim como não é aprovar o paganismo demostrar, através de um milagre, a inocência de uma virgem pagã.

3- O milagre é uma assinatura de Deus, e Deus não pode assinar uma heresia. Mas este milagre, se milagre houve, não é uma assinatura do novo rito da missa, mas sim da presença real. O sacramento recebido na Igreja conciliar pode ser verdadeiro e a doutrina que o acompanha pode ser falsa. Mas são duas coisas distintas. Uma não anula a outra. Afirmar um, mesmo com milagre, não é afirmar o outro, assim como provar a inocência de uma virgem pagã não é aprovar o paganismo.

Os argumentos apresentados não me parecem conclusivos Seja como for, eles não podem servir para desacreditar a Dom Williamson, que permanece o Bispo que se opôs à política suicida dos acordistas e que sagrou Dom Faure, ordenou padres para a Resistência, confirmou inúmeros fiéis, dando assim a todos a esperança de continuar o bom combate de Dom Lefebvre, o qual não é outro senão o bom combate da Santa Igreja una, católica, apostólica e romana e, como dizia São Pio X, perseguida.

Ir. Tomás de Aquino O.S.B
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Artículos del Profesor Carlos Nougué: