Páginas

miércoles, 12 de noviembre de 2014

¿ESTÁ VACANTE LA SEDE? - POR EL R.P. DOMINIQUE BOULET.- PARTE 9



Traducción de Alejandro Villarreal.

6. Juicio sobre el Sedevacantismo:

¿Podríamos decir que la tesis del Sedevacantismo es simplemente una tesis errónea?, pero, ¿debemos tolerarla con un espíritu de caridad? No, pienso que el Sedevacantismo es muy peligroso, lleva hacia una actitud que no es católica, sino cismática.

6.1. Cisma:
Es consecuentemente verdadero que puede existir alguna discusión teológica de si el Sedevacantismo es cismático o no. La respuesta a esto depende sobre el grado de Sedevacantismo. Existe un Sedevacantismo radical que nos llama herejes a nosotros, por estar en comunión con un hereje (Wojtyla), dicen ellos. Esto ciertamente es cismático, debido a que ellos claramente rechazan la comunión con verdaderos católicos, quienes no son modernistas. Haciendo de su Sedevacantismo un quasi-artículo de fe, ellos ciertamente caen en la segunda categoría de las personas que el canon 1325, §2, declara como cismáticos: ‘Son cismáticos quienes rechazan la comunión con los miembros de la Iglesia, sujetos a él (i. e., el Soberano Pontífice)’. Consecuentemente, su rechazo es a ser parte de la Iglesia, y efectivamente haciendo una ‘iglesia’ como ellos la ven, consiste sólo en Sedevacantismo y ciertamente cismático.” [29]

Esto es exactamente el caso del CMRI (Mount St. Michael, Spokane), el cual declara:

¿Están los católicos tradicionalistas sujetos a la jerarquía local y en última instancia a Roma?… Ellos (el Sedevacantismo) reconocen que no están en realidad sujetos a Juan Pablo II ni le obedecen.” [30]

Algunos otros sedevacantistas afirman que, por causa de las fallas de la jerarquía del Vaticano II, ellos pueden ahora elegir a su propio papa. Tal teoría es llamada Conclavismo. Este es la rama más radical, pero de alguna manera, la consecuencia más lógica del Sedevacantismo. Actualmente existen aproximadamente unos veinte “papas” en el mundo, por ejemplo ‘Gregorio XVII’ de Palmar de Troya, España; otro ‘Gregorio XVII’ de St. Jovite, Québec; ‘Pío XIII’ en los EEUU… Ciertamente, el Conclavismo es cismático. ¿Significa que todo sedevacantista es un cismático formal? No, yo no iría tan lejos. Entre la gente que sigue las teorías del Sedevacantismo existe un número de católicos confundidos quienes son atraídos por estas respuestas “simples” y “claras” a los problemas y situación actual de la Iglesia que les ofrecen los maestros del Sedevacantismo. Es a estos católicos confundidos a quienes este estudio se dirige: tengan cuidado de los espejismos del Sedevacantismo, ¡los podría llevar al extravío de la Iglesia y los Sacramentos!
[Nota de B&T: Irónicamente, estos ‘papas’ que nacen en el Sedevacantismo podrían llamarse con propiedad antipapas.]

6.2. Afección espiritual del Sedevacantismo:

1. Desolación intelectual:
¿Cómo podríamos entender el estado de la mentalidad sedevacantista? Pienso que está caracterizada por una idea fija, la cual es casi una obsesión. Su mente parece congelarse ante el problema del papa, el cual aparece ante ellos como serio y urgente. Este es el caso típico de la Desolación Intelectual, por la cual sus almas son perturbadas en tanto que una ‘respuesta clara’ no haya sido encontrada a tal problema tan serio. Los sedevacantistas afirman que es urgentemente necesario realizar un juicio sobre los papas de Vaticano II. Para ellos, esto parece ser EL problema fundamental de todos los católicos tradicionales y en el que deberían enfocarse. Por ejemplo, permítanme citar al Obispo Pivarunas:

Tan desagradable es este tema al que los católicos tradicionalistas se enfrentan por la terribles y abrasadoras cuestiones: ¿Es la Iglesia Conciliar la Iglesia Católica? ¿Es Juan Pablo II, como cabeza de la Iglesia Conciliar, un verdadero papa?… Es suficiente decir que el tema sobre el papa es difícil, desagradable y estremecedor, y aún así es un tema necesario e importante que no puede ser evitado.” [31]

Permítanme resumir la forma en que los sedevacantistas abordan la cuestión del papa:

#1 es una cuestión que ellos tienen en el corazón; #2 ellos desean obtener una respuesta final con absoluta certeza; #3 tal problema es tan urgente que se convierte en el foco de su atención hasta el punto que no pueden ver nada más. Así, ellos dirigen sus argumentos no tanto en contra de la Iglesia modernista, la cual les importa menos, sino en contra de aquellos colegas católicos quienes no comparten sus conclusiones. San Francisco de Sales sufrió una Desolación Intelectual similar, fue en materia de predestinación, su intelecto se congelaba ante esta cuestión y su corazón se llenaba de angustia ante el pensamiento de que él pudiera estar condenado sin importar lo que hiciera. Esto lo estaba llevando a la locura. ¿Cómo es que San Francisco se liberó de esta prisión intelectual? Un día, cayó de rodillas ante la estatua de Nuestra Señora y dijo: “Oh Santa Virgen, creo que me condenaré, si deberé maldecir a Dios por toda la eternidad, déjame al menos ofrecerte este día en honor a Dios”. Cuando San Francisco se levantó, fue sanado, siendo capaz de poner su ‘problema’ en segundo término, lo cual era parte de cumplir con humildad sus labores diarias. Permítanme aplicar este ejemplo en el gusanillo sedevacantista: “¿Quién sabe si Juan Pablo II es papa? ¿Quién sabe si la FSSPX es cismática a la vez que reconoce al papa y no lo obedece?

En la mentalidad sedevacantista, tales cuestiones les producen profundas reacciones emocionales, lo cual los lleva a la ira y el pánico: los sedevacantistas buscan una respuesta definitiva de inmediato. Esta clase de Desolación Intelectual es muy peligrosa. Amenaza a las almas pías, quienes se convencen que podrían traicionar a sus consciencias si ignoran tales asuntos fundamentales. Este problema afecta a las personas tentadas con el orgullo intelectual, y tienen la tendencia de mirar hacia las soluciones más extremas y desesperadas, como el Hermano Michael Diamond, de Most Holy Family Monastery (Monasterio de la Sagrada Familia).

2. El remedio:

En el libro de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola se dan algunas reglas para Discernir los Espíritus. He aquí algunas de las que pueden utilizarse para enfrentar la Desolación Intelectual de los sedevacantistas: No se haga ningún cambio respecto a las resoluciones previas (5ª regla); contraatáquese la tentación con oración y penitencia (6ª regla); haga un acto de voluntad por medio del cual rechace encerrarse en una controversia en la cual uno no está calificado para resolver (12ª regla). Usted necesita practicar auto disciplina intelectual y la mortificación de la voluntad, en otras palabras, la humildad. En nuestra vida diaria existen muchos problemas que somos incapaces de resolver, debido a que no contamos con las herramientas. Seamos humildes y reconozcámoslo. Aún más, creo que es importante desapasionar y desdramatizar el problema del papa: ¿cuándo te presentarás ante él?, ¿piensas que San Pedro te preguntará tu opinión sobre uno de sus sucesores? Permítanme ser claro: No pretendo desaparecer el problema real de la Iglesia desde el Vaticano II, pero es útil dar simples reglas de auto disciplina intelectual con el fin de desdramatizar el tema sedevacantista, el cual parece ser un claro ejemplo de Desolación Intelectual. Recuérdese siempre que el demonio es un mentiroso, él utiliza el gusanillo sedevacantista para alejar a algunas almas pías de los medios de santificación, la Misa y los Sacramentos, ¡cuidado!