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viernes, 29 de abril de 2016

FRANCISCO, ¿”IMPREVISIBLE E IMPROVISADO”?






“Así que parece haber llegado la hora de normalizar la situación de la Fraternidad, y esto por varias razones (…)

Tal vez sólo el papa Francisco sea capaz de dar este paso, por imprevisibilidad e improvisación”.

P. Franz Schmidberger, 19 de febrero, 2016


“El Papa Francisco no habla ni actúa precipitadamente o irreflexivamente. Sus gestos, sus acciones y sus frases tienen objetivos a largo plazo, bien pensados y cuidadosamente elaborados. Por eso, mientras los demás se quedan discutiendo en la superficie, con el riesgo de desgastarse inútilmente, él avanza a paso firme liberado de todo cuidado de la apariencia y con una paciencia inquebrantable. No olvidemos que el valor de algo se reconoce también por los efectos que produce.”

Mons. Víctor “Tucho” Fernández, “El programa del papa Francisco”,  (acá)


¿FRANCISCO DE NUESTRO LADO?



No, gracias…




“Y creo que es razonable pensar que si el Santo Padre hizo este gesto es porque tiene algo en mente.

Nos conoce de cerca. Y la manera que se comporta hacia nosotros nos hace pensar que es simpatía.

Nosotros estamos bastante en movimiento, nosotros corremos tras las almas, tratamos de ayudarlas y es muy seguro que esté contento con eso. Tal vez no esté contento con todo, pero sí con este hecho de que somos activos, que cuidamos de las almas. 

….hay un vínculo cercano con el papa, ustedes no pueden imaginar el acceso que tenemos, el fácil acceso que tenemos con el papa.

…tenemos al papa, diría, de nuestro lado.

… está muy claro que el papa Francisco quiere dejarnos vivir y sobrevivir.”

¿Quién dijo estas cosas, don Luigi Ciotti?

No. Monseñor Fellay (el 21 de enero de 2016, acá y el 4 de marzo de 2016 acá).


"JERARQUÍA" CONCILIAR





Una Jerarquía ridícula


La gravedad del sacerdote era unos de esos aditamentos del perfil sacerdotal quasi unidos al carácter del Sacramento del Orden. Se trataba de una virtud de segundo rango, pero inseparable de las otras virtudes netamente sacerdotales. Se insistía sobre ella en los seminarios, pues la ligereza de la juventud parecía ser la antítesis de la gravedad de un viejo sacerdote con la sabiduría de la cura de almas.

Pero a mi entender, la gravedad del sacerdote (que no es tristeza ni antipatía) se entiende desde virtudes y dones mayores, y en particular el (tan olvidado) don de Temor de Dios.

Cuando se ven escenas como la de ese obispo montado en bicicleta circulando por el presbiterio de la catedral, nos damos cuenta de la insustancialidad de nuestra Jerarquía, tan irreverente consigo misma, imagen de la degradación de un clero católico inconsciente de su ministerio y cuánto comporta (ad intra y ad extra):

Un venerable padre dominico nos decía, illo témpore, que las mitras eran los apagavelas de la inteligencia. Ignoro si Monseñor Corrado Lorefice era cretino de antes o si se volvió después de la imposición mitral, pero la impresión que da pedaleando entre el coro y el altar, es tan patética como ridícula y risible.

La excusa era que los deportistas de Palermo fueron a la Catedral a ganar el Jubileo.
Probablemente, cuando i pagliacci panormitanos vayan a lo mismo, Monsignore Lorefice se pondrá nariz de caricato (como la de PP Franciscus, aquel Miércoles, en la Audiencia Papal).


EN ESTO CREE EL CARDENAL TAURAN







“Yo creo en el hombre” es el título de la primera obra del cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. A través de diferentes textos, redactados o pronunciados de 2007 a 2015, el cardenal , estrecho colaborador de Juan Pablo II, Benedicto XVI y ahora del Papa Francisco, insiste sobre la necesidad del diálogo interreligioso, porque “las religiones hacen parte de la solución y no del problema”.

Nota catapúltica
El cardenal Tauran es consejero espiritual de la Unión Internacional de Juristas Católicos (UIJC) cuya finalidad es “la de contribuir al mantenimiento o a la introducción de los principios cristianos en la filosofía y en la ciencia del derecho, en la actividad legislativa, judiciaria y administrativa, en la enseñanza y en la investigación así como en la vida pública y profesional. La Unión –abierta a los problemas generales y locales del mundo contemporáneo y a las soluciones que se propagan con fidelidad al Evangelio, a la Tradición de la Iglesia a la luz del Magisterio auténtico– trabaja para que el derecho natural y cristiano sean reconocidos y respetados con un espíritu de justicia y caridad; para la tutela de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural; para la afirmación de la dignidad de la persona humana y de los derechos y deberes que se derivan de esto; para la defensa y la promoción de la visión cristiana de la familia; para la difusión y la actuación de la doctrina social de la Iglesia, sobre todo en el campo jurídico”.http://www.laici.va/content/laici/es/sezioni/associazioni/repertorio/unione-internazionale-dei-giuristi-cattolici.html
Sugiero a la UIJC que vaya buscando otro consejero espiritual.

SYLLABUS: Tauran cree en lo mismo que cree Bergoglio, quien afirmara en el libro de entrevistas “El jesuita”: “Creo en el hombre”…afirmación que suelen hacer los comunistas, como un austronauta ruso, Germán Titov, al decir tras regresar del espacio: “Algunos dicen que existe un Dios allá… pero durante mi viaje alrededor de la tierra, a lo largo de todo el día le estuve buscando y no le vi. No vi a Dios ni a los ángeles. El cohete fue hecho por nuestra gente. Yo no creo en Dios. Yo creo en el hombre, en su fortaleza, en sus posibilidades, en su razón”. Lo mismo han declarado (“creo en el hombre”) entre otros reconocidos comunistas, los escritores Julio Cortázar y Eduardo Galeano, la cantante Mercedes Sosa y el presidente Salvador Allende. Es una forma de decir: “No creo en Dios”. Pero la Palabra de Dios dice en numerosos pasajes (Jer. 17,5; Sal. 40; Sal. 146) que no debemos tener fe en los hombres sino sólo en Dios. 

jueves, 28 de abril de 2016

SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONTFORT




1716 – 28 de abril – 2016
300 años de la muerte de
San Luis María Grignion de Montfort
  

 “María ha colaborado con el Espíritu Santo en la obra de los siglos, es decir, la Encarnación del Verbo. En consecuencia, Ella realizará también los mayores portentos de los últimos tiempos: la formación y educación de los grandes santos, que vivirán hacia el final del mundo, están reservados a Ella, porque solo esta Virgen singular y milagrosa puede realizar, en unión del Espíritu Santo, las cosas excelentes y extraordinarias.

Si honrar a la Santísima Virgen es necesario a todos los hombres para alcanzar su salvación, lo es mucho más a los que son llamados a una perfección excepcional. Creo personalmente que nadie puede llegar a una íntima unión con nuestro Señor y a una fidelidad perfecta al Espíritu Santo sin una unión muy estrecha con la Santísima Virgen y una verdadera dependencia de su socorro.

Solo María halló gracia delante de Dios, sin auxilio de ninguna criatura. Solo por Ella han hallado gracia ante Dios cuantos después de Ella la han hallado, y solo por Ella la encontrarán cuantos la hallarán en el futuro.

Ya estaba llena de gracia cuando la saludó el arcángel Gabriel. Quedó sobreabundantemente llena de gracia cuando el Espíritu Santo la cubrió con su sombra inefable. Y siguió creciendo de día en día y de momento en momento en esta doble plenitud, de tal manera que llegó a un grado inmenso e incomprensible de gracia.

Por ello, el Altísimo la ha constituido tesorera única de sus riquezas y única dispensadora de sus gracias para que embellezca, levante y enriquezca a quien Ella quiera; haga transitar por la estrecha senda del cielo a quien Ella quiera; introduzca, a pesar de todos los obstáculos, por la angosta senda de la vida a quien Ella quiera, y dé el trono, el cetro y la corona regia a quien Ella quiera.

Porque el altísimo y su santísima Madre han de formar grandes santos que superarán en santidad a la mayoría de los otros santos, cuanto los cedros del Líbano exceden a los arbustos. Así fue revelado a un alma santa cuya vida escribió de Renty.

ESPIRITUALIDAD DEL EVANGELIO SEGÚN SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS




El problema religioso, para la huma­nidad caída, se designa en la Escritura con una palabra: CONTRADICCION (1). Y se resuelve con otra palabra: AMOR (2), la cual presupone la fe (3) o sea el conocimiento y aceptación del mensaje de AMOR que Dios Padre nos envió por su Hijo Jesucristo en el Evan­gelio (4).

El hombre que es capaz de creer que es AMADO como hijo, por aquel mismo Dios que CONTRADICE sus malos ins­tintos, ése tiene resuelto el problema religioso.

Para ello no hay más condición que la de “hacerse pequeño a fin de poder comprender” (5) que, no teniendo el hombre de propio más que la mentira y el pecado (6), vamos a pura ganancia al tomarnos de la mano de nuestro Pa­dre, el cual sólo espera ese acto para colmamos con la gracia y dones de su Espíritu Santo, que quita entonces aquel fantasma de la CONTRADIC­CION (7).

La gran sorpresa y maravilla consis­te en descubrir que este acto filial de entrega confiada, que sólo parecería un perfecto negocio para nuestro EGOIS­MO, resulta al mismo tiempo la supre­ma VIRTUD a los ojos de Dios, simple­mente porque EL TIENE CORAZON DE PADRE (8), y de Madre a un tiem­po (9). ¿Hay mayor felicidad para nos­otros?

Entonces comprendemos el camino se­ñalado por Jesús como UNICO camino: El que no es como niño no entrará al Reino; y quien se vuelve niño es el pri­mero en el Reino (10), así como el hijo más pequeño, sin mérito propio es objeto de la predilección paterna.

Para reconocer la insuperable santi­dad de este espíritu filial, basta saber que es el mismo espíritu de Jesús, o sea que la plenitud del Espíritu Santo con­siste EN SENTIRSE HIJO del Padre, según la enseñanza de San Pablo: Dios envió a nuestros corazones el espíritu de su Hijo, que nos hace clamar: ¡Pa­dre! (11).

Notemos, para nuestro gozo, qué, se­gún esta revelación de San Pablo, ese espíritu que significa todo nuestro bien es también un DON GRATUITO DEL PADRE, o sea que basta desearlo para tenerlo, como que Él está deseando dár­noslo (12) a fin de poder derramar sobre nosotros todos los tesoros de su amor y bondad amándonos como a nues­tro Hermano Jesús (13) y glorificándo­nos como a El (14).

Esta es la espiritualidad que Santa Teresa del Niño Jesús extrajo como esencia del Evangelio, con el nombre de INFANCIA ESPIRITUAL, y que el Sumo Pontífice Benedicto XV calificó definitivamente diciendo: es el secreto de la Santidad.


P. ANTONIO P.
Mons. Juan Straubinger, Revista Bíblica.

(1) Ver Luc. 2,34.
(2) Juan 14, 23-24
(3) Gál. 5,6.
(4) Juan 17,3.
(5) Luc. 10,21.
(6) Denz. 195.
(7) Juan 4,14. 7, 38-39. Ez. 36, 26-27.
(8) Salmo 102, 13.
(9) Is. 66,13.
(10) Mat. 18, 3-4.
(11) Gál. 4,6.
(12) Luc. 11,13.
(13) Juan 17,23 y 26.
(14) Ef. 1,5, 2,6, Rom. 8, 29-30; Col. 1, 13, I Juan 3,2.


lunes, 25 de abril de 2016

MONSEÑOR LEFEBVRE, EL “IRREALISTA”


 “Uds. trabajan en la descristianización de la sociedad, de la persona humana y de la Iglesia y nosotros trabajamos en la cristianización, no podemos entendernos” 
(Mons. Lefebvre)


ASÍ PIENSA MONS. FELLAY:

“Si el Papa expresa una voluntad legítima respecto a nosotros que es buena, que no es una orden en contra de los mandamientos de Dios ¿tenemos el derecho de desatenderlo, de rechazar esta voluntad? Y si no ¿en qué principio se basan para actuar de este modo?

“Asimismo, vuestra actitud carece de realismo tanto respecto a la intensidad de los errores como en su amplitud.

Intensidad: En la Fraternidad estamos haciendo de los errores del Concilio súper-herejías, convirtiéndolo en el mal absoluto, peor que todo…

Esta situación concreta, con la situación canónica que se propone, es muy diferente a la de 1988. Y cuando comparamos los argumentos que Monseñor Lefebvre había dado en su época, concluimos que no hubiera dudado en aceptar lo que nos han propuesto. 

“Pretender esperar a que todo se arregle para llegar a lo que ustedes llaman un acuerdo práctico, no es realista”.

(Carta de Mons. Fellay y sus dos asistentes a los tres obispos, 14 de abril de 2012).


“Incluso si esto nos parece todavía imposible, nosotros hacemos saber a nuestros interlocutores romanos lo que entendemos precisamente por la expresión “reconocernos tal como somos”, que es y sigue siendo la condición sine qua non de nuestra aceptación."


(Cor Unum, 1 de Noviembre de 2015).


ASÍ PENSABA MONS. LEFEBVRE:

“Resumí al Cardenal Ratzinger toda esta situación, le dije: Eminencia, aunque nos concedan un obispo, aunque nos concedan determinada autonomía con relación a los obispos, aunque nos concedan toda la liturgia de 1962, nos concedan de seguir con los seminarios y la Fraternidad tal como lo hacemos ahora, nosotros no podríamos colaborar, es imposible, imposible, porque trabajamos en dos dimensiones diametralmente opuestas: Uds. trabajan en la descristianización de la sociedad, de la persona humana y de la Iglesia y nosotros trabajamos en la cristianización, no podemos entendernos. Ud. acaba de decirme que la sociedad no debe ser cristiana, que no puede ser cristiana, que es contra su naturaleza, acaba de querer probarme que NSJ no puede y no debe reinar en las sociedades y quiere probarme que la conciencia humana es libre frente a NSJ. Que es necesario dejarles la libertad y un espacio social autónomo como Ud. dice, es la descristianización, y bien, nosotros, estamos a favor de la cristianización, no podemos entendernos y esto les aseguro es el resumen, no se puede seguir a esta gente.”

(Conferencia de Mons. Lefebvre en Econe durante el retiro sacerdotal del 4 de Septiembre de 1987).


EL FETICHISMO DE FRANCISCO




  





“La vida imita al arte mucho más que el arte imita a la vida”.
Oscar Wilde.


Luis Buñuel fue uno de los más talentosos directores del cine español, pero fue también uno de los más corrosivos, irreverentes y provocativos, en su relación con el catolicismo. Su temprana educación con los jesuitas se cruzó en su juventud con la influencia de los surrealistas; del anarquismo adolescente pasó luego a formar parte del Partido Comunista en los años del stalinismo. Luego de un breve paso por Hollywood, tras salir de España -al parecer con funciones de espía de la República-, y sin llegar a trabajar allí, recaló en un México que daba la bienvenida a revolucionarios de diversas latitudes, para finalmente volver a España en los años ’60. Aunque había roto tempranamente con la escuela surrealista, su caracter provocador seguiría incorregible. Del surrealismo apreciaba Walter Benjamin un concepto radical de la libertad que había quedado adormecido al decaer la influencia de Bakunin: la liquidación, además, de un ideal de libertad esclerótico-liberal-moral-humanista”. Así las cosas, una de las obsesiones de Buñuel era quitarse de encima la “represión” sufrida en su temprana edad por la rígida educación católica, por lo que recurrió una y otra vez en sus películas a temas y referencias de la cultura católica heredada. A la vez que lo fascinaban las ceremonias religiosas, habiendo perdido la fe, recurría al fetichismo o lo erótico para manifestar su gusto por blasfemar, poniendo en escena tales ceremonias pero insertándoles algún elemento irreverente. Quizás en una búsqueda desesperada por tapar el vacío que no se atrevía a llenar aceptando la fe, recaía una y otra vez en caricaturizar aquello que no podía digerir ni olvidar. El mismo Buñuel perverso que no creía en la verdad, el libertario que no se cansaba de alborotar, el que afirmaba “soy ateo gracias a Dios”, era también el que alguna vez dijo:  “No me gustan los herejes, ni Lutero, ni Calvino. Con ellos la misa se convierte en una conferencia aburrida pronunciada en una sala triste por un hombre vestido de negro. La Iglesia Católica, al menos, ha tenido el mérito de crear un arquitectura, una liturgia, una música que me conmueven.”

El poeta comunista Rafael Alberti dijo por su parte de este director: “Creo que Buñuel, en el fondo, es un hombre religioso y completamente católico, que cree en el infierno y que tiene terrores nocturnos...A él le preocupa enormemente la religión, y que es ése el pensamiento central de casi todas sus cosas...Y hace Nazarín, Viridiana...El hombre que hace eso es que ha tenido una formación como yo, de colegio de jesuitas...esas cosas las tenemos a flor de piel...Y Buñuel ha tenido la valentía de...mostrarla...Se ve que le preocupan de una manera extraordinaria estos problemas. Está latente en todas sus obras...es el pensamiento central de Buñuel...Es realmente curioso que a la persona que parece más avanzada en las artes nuestras, y que es la vanguardia más absoluta, le preocupen las cosas más viejas. Estas preocupaciones son las de una beata española de provincias, llena de terrores y de cosas...Esta preocupación de Luis es tan fantástica...que de pronto se queda uno atónito de que Buñuel tenga la sinceridad de atreverse a exponerla. Pero lo hace con miedo. Porque creo que Buñuel tiene miedo de hacer una profanación...Sólo el que cree blasfema o alaba a Dios; hay que tener una creencia para blasfemar o alabar.” Como fuere, esta contradicción se manifiesta en sus películas, tirando la piedra a la iglesia como un niño que se las da de “comecuras” pero luego no se atreve a ir por más. Un amigo del cineasta contó que la madre de Buñuel había recibido una carta de su hijo en la que le decía “Mira mamá, estoy buscando la fe hasta con cerillas”. Como suele decirse, sin Dios no habría ateos, y sin la verdad católica no habría blasfemos.

Como Francisco, Buñuel era popular entre los enemigos de la Iglesia, incluyendo desde luego los que hacían daño adentro mismo de su estructura visible. Ambos son considerados “transgresores”, y, en el fondo, no tomados muy en serio. Ambos jesuitas, lucharon por quitarse el pesado lastre de encima que representaba la Iglesia de otros tiempos, con la proclamación de sus dogmas y su férrea disciplina. Lo cierto es que la Iglesia del actual Francisco –y la invadida por la secta modernista desde el Vaticano II- está superando la imagen paródica e irreverente con que el cineasta español quería soterrar lo que lo obsesionaba. Si Buñuel viviera hoy probablemente miraría con espanto aquello que él mismo intentara desfigurar en vano. Recientemente observaba Juan Manuel de Prada una excelente ilustración de la falsa caridad provista por la película “Viridiana”, en relación a lo que ocurre hoy con la falsa caridad francisquista. Otra de sus películas nos sirve para indirectamente advertir de qué modo la iglesia conciliar ha llegado en su monstruosa degradación más allá de donde el comecuras Buñuel osó llegar.


En esta escena de “La Vía Láctea”, por ejemplo, se nos muestra el resultado del ecumenismo interreligioso o la igualdad predicada por Francisco ahora hasta con videos incluidos:



PROF. CARLOS NOUGUÉ: DE LA NECESIDAD DE RESISTIR AL MAGISTERIO CONCILIAR - Parte 1






Proemio

No hubo mayor desgracia y crisis en la historia de la Iglesia que la ocasionada por el Concilio Vaticano II. Comparada con ésta, la crisis del arrianismo -por la cual, nos dice San Jerónimo, “el mundo se durmió cristiano y, sobresaltado, despertó arriano”- parece pequeña.

Y, en efecto, ante la tremenda crisis iniciada por el Concilio Vaticano II, se dividieron y se dividen los católicos.

1. Unos son fautores del mismo concilio y de sus secuelas. A éstos no los podemos llamar católicos sino del modo como un cáncer puede decirse de aquél que lo porta. Estos son los que podemos llamar propiamente lobos con piel de cordero.

2.  Otros -tal vez la mayoría- repitieron y repiten los errores de esos fautores sin saber que se trata de errores, y los cree en perfecta continuidad con lo establecido por el magisterio anterior. A éstos no los podemos llamar propiamente herejes; pero tampoco se pueden ignorar los peligros a los cuales su alma se encuentra expuesta.

3.  Otros aún, ante lo que sabían que estaba proscrito por el magisterio anterior y que, sin embargo, era sustentado por la propia Jerarquía conciliar, se fueron alejando de la vida religiosa y de los sacramentos, y tendieron a perder la fe.

4.  Una parte, por cierto debido a alguna gracia para darse cuenta más certeramente del infortunio que implicó e implica el Concilio Vaticano II y su seguimiento, se opuso y se opone al llamado magisterio conciliar. Pero esta parte se subdivide:

domingo, 24 de abril de 2016

EL MONASTERIO DE LA SANTA CRUZ NECESITA SU AYUDA

Estimados benefactores,

El Monasterio tiene una gran necesidad de su generosa ayuda, pues nos enfrentamos  a serias dificultades financieras. En efecto, en este momento estamos realizando trabajos importantes: hemos comenzado a reemplazar el piso del refectorio de los monjes y de la hotelería, que estaban seriamente dañados. Por otra parte, necesitamos agrandar la biblioteca construyendo un cuarto adicional.

Como siempre, estaremos muy agradecidos por su ayuda a nuestro Monasterio.

Estén seguros de las oraciones de los hermanos por todas sus intenciones.

***

Chers bienfaiteurs,

Le Monastère a toujours un grand besoin de votre généreux soutien car nous faisons face a de sérieuses difficultés financières. En effet, nous réalisons en ce moment des travaux importants: nous avons commencé à refaire le sol du réfectoire des moines et de l’hôtellerie, qui étaient très abimés. D'autre part, il nous faut agrandir la bibliothèque en construisant un autre pièce.

Comme toujours, nous vous serons très reconnaissants de votre aide à notre monastère.

Soyez assuré des prières des frères à toutes vos intentions.

***

Dear benefactors,

The Monastery still need your generous help as we face serious financial difficulties. Indeed, we need to replace the pavements in the monks refectory and in the guests house, as they were seriously dammaged. Further, the library needs to be enlarged by constructing an additional room.

We will always be grateful for your help.
Be sure of the brothers’ prayers for all your intentions.

Donaciones al Monasterio en este enlace: http://beneditinos.org.br/para-nos-ajudar/


NON POSSUMUS.







sábado, 23 de abril de 2016

COMENTARIOS ELEISON - DECLARACIÓN DE OBISPOS - I




Número CDLVIII (458)
23 de abril de 2016

Declaración de Obispos – I

Mons. Williamson




Tenemos un tercer Obispo de la Resistencia ahora,
Cómo y por qué, una Declaración menciona.

El 19 de Marzo, hace poco más de un mes, Dom Tomás de Aquino fue pacíficamente consagrado obispo para beneficio de las almas que desean en todo el mundo mantener la verdadera fe católica. Así como cuando Monseñor Faure fue consagrado justo un año antes, la ceremonia fue bellamente organizada por los monjes del Monasterio de la Santa Cruz en las montañas detrás de Río de Janeiro, en la Catedral-almacén de acero del Monasterio, hermosamente decorada para la ocasión como el año pasado. El tiempo estuvo seco y cálido sin ser demasiado cálido. San José hizo que todo se desarrollara sin problemas. Le debemos un gran agradecimiento.

Asistió un poco más de gente que el año pasado, aunque la mayoría eran de lugares cercanos dentro de Brasil. No hubo periodistas presentes y el evento fue apenas mencionado incluso en las fuentes de noticias católicas Tradicionales. ¿Hubo una conspiración de silencio? ¿Se corrió la voz de no prestarle atención? No importa. Lo que sí importa es lo que Dios parece estar sugiriendo, a saber, que la supervivencia de la fe no requiere en este momento de publicidad o de darse a conocer, sino que quizá convendría deslizarse hacia las sombras, desde las cuales la Iglesia puede bajar suavemente a las catacumbas a la espera de su resurrección luego de que la tormenta en el mundo, la cual promete ser humanamente terrible, se haya llevado a cabo.

En cualquier caso tenemos ahora otro obispo, firmemente en la línea de Monseñor Lefebvre, y en el lado Oeste del Atlántico. Tal como Monseñor Faure, él conoció bien a Monseñor y fue un confidente suyo. Monseñor Tomás de Aquino nunca trabajó con Monseñor Lefebvre directamente dentro de la FSPX, pero debido a que él no era miembro de la Fraternidad, Monseñor pudo haberse sentido más libre para compartir sus pensamientos e ideas con él. Ciertamente él le dio al joven monje consejos invaluables en más de una ocasión, los cuales Monseñor Tomás nunca ha olvidado. Los Católicos creyentes no están equivocados – ha habido pocas excepciones a la reacción abrumadoramente positiva por el regalo de Dios de otro verdadero pastor de almas.

Al momento de la consagración, los dos obispos consagrantes hicieron una Declaración que no ha tenido todavía mucha publicidad. Ésta expone en profundidad el fundamento de la consagración, mostrando cómo este evento, aparentemente extraño, no es realmente extraño en absoluto, sino muy natural dadas las circunstancias. He aquí la primera parte de la Declaración. La segunda parte tendrá que seguir en el “Comentario Eleison” de la semana próxima.

Nuestro Señor Jesucristo, habiéndonos advertido que en su segunda venida la fe habrá casi desaparecido de la faz de la tierra (Luc. XVIII, 8); se deduce que a partir del triunfo de su Iglesia en la Edad Media, ella sólo podía conocer un gran declive hasta el fin del mundo. Tres agitaciones en particular han marcado este declive: la del protestantismo que rechazó a la Iglesia en el siglo XVI; la del liberalismo que ha rechazado a Jesucristo en el siglo XVIII; y la del comunismo que ha rechazado a Dios completamente en el siglo XX. Sin embargo, lo peor de todo fue cuando esta Revolución por etapas logró finalmente penetrar en el interior de la Iglesia gracias al Concilio Vaticano II (1962–1965). Queriendo acercar la Iglesia al mundo moderno que tanto se había alejado de ella, el Papa Paulo VI supo hacer adoptar por los Padres del Concilio “los valores de dos siglos de cultura liberal” (Cardenal Ratzinger).
Lo que los Padres adoptaron fue el triple ideal de Revolución Francesa, en particular: la libertad, la igualdad y la fraternidad Revolucionarias bajo la forma respectivamente de la libertad religiosa, que realzando la dignidad humana, implica la elevación del hombre por encima de Dios; de la colegialidadque promoviendo la democracia nivela y subvierte toda autoridad en la Iglesia; y del ecumenismo, que al alabar a las falsas religiones, implica la negación de la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. Y en el medio siglo transcurrido desde el fin del Vaticano II, las consecuencias mortales para la Iglesia de esta adopción de los “valores” Revolucionarios se han hecho cada vez más evidentes, culminando en los gravísimos escándalos casi cotidianos que manchan el pontificado del Papa reinante.

Kyrie eleison.